Con la huelga de SAG-AFTRA (Sindicato de Actores de Cine-Federación Estadounidense de Artistas de
Radio y Televisión, por sus siglas en inglés) en pleno apogeo, los miembros del sindicato han dejado de
hacer promociones de contenido de cualquier tipo para los principales estudios y transmisores de contenidos (streaming), como lo demuestra lo recién sucedido en Londres durante la premier de la esperada película de Christopher Nolan, “Oppenheimer”, cuando el reparto abandonó la sala.
Llama también la atención lo sucedido durante el estreno de la nueva película de Disney, “La Mansión Embrujada” (Haunted Mansion) donde a falta de estrellas de cine, el conglomerado del entretenimiento
confió en personas vestidas como personajes ficticios de sus películas e influencers para llenar la alfombra roja, lo que provocó una discusión en redes sociales sobre lo que constituye rebasar la línea y a
quién se aplica. Parece que quienes participaron, la libraron.
El lunes, SAG-AFTRA publicó en su sitio web una sección de preguntas frecuentes, en las que describe lo
que los influencers deben y no deben hacer durante la huelga, una muestra más de la contundente demostración de fuerza del sindicato.
Según el sitio web, si un influencer no es parte de SAG-AFTRA, pero “realiza trabajos o servicios cubiertos para una empresa en huelga durante el movimiento”, no será elegible para ser miembro del sindicato en el futuro. (En 2021, SAG-AFTRA comenzó a permitir que se unieran personas influencers).
Así que, si eres un influencer en las redes sociales y quieres promocionar una película o una serie de
televisión para un estudio, aunque no seas miembro de SAG-AFTRA, tal vez lo quieras pensar dos veces,
pues si algún día pretendes unirte, no podrás hacerlo de haber realizado un trabajo promocional durante el paro.
Algunas de las restricciones incluyen:
• No promocionar proyecciones o contenido producido por empresas afectadas (también conocidas como miembros de la Alianza de Productores de Cine y Televisión, como Amazon, Disney, Hulu y Netflix).
• No participar en convenciones como Comic-Con en nombre o en la promoción de empresas en huelga,
incluidas “apariciones, paneles, reuniones y saludos de fans, etc.”.
• Los influencers “deberían abstenerse” de publicar contenido orgánico “sobre cualquier trabajo relacionado con el paro”, aunque sea solo como fanático.
Si bien los influencers aún pueden trabajar con marcas, el sindicato dijo que “las circunstancias pueden
variar” con respecto a por ejemplo, los acuerdos de promociones cruzadas de marcas que involucran a un empleador en huelga.

SAG-AFTRA aclaró que las obligaciones contractuales existentes con las empresas pueden cumplirse, pero no deben aceptarse nuevos contratos con esas empresas.
Se ha despertado una candente discusión en redes sobre si está medida viola la llamada la primera enmienda a la Constitución de los Estados Unidos. Además, es vista como una táctica para generar miedo, lo que es muy probable que tenga efecto en algunos. Lo que es cierto es que cualquier membresía futura que esté prohibida debido al trabajo previo en las redes sociales conduciría a una demanda muy agresiva que SAG-AFTRA perdería rápidamente.
Por lo pronto, si bien los directamente afectados son aquellos influencers afiliados al sindicato, quienes han acatado la orden, también es cierto que muchos independientes se han mantenido al margen ante
el temor de que en un futuro no sean considerados por la industria del entretenimiento, lo que demuestra que hasta ahora, la táctica ha surtido efecto, lo que sienta un nada grato precedente para otras industrias y sectores.
SAG-AFTRA, cuyos 160.000 miembros incluyen algunos de los rostros más famosos de la industria del entretenimiento, comenzó la huelga el pasado jueves después de negociaciones de alto rango entre el gremio y la Alianza de Productores de Cine y Televisión, una asociación comercial que representa a los principales estudios de la industria del entretenimiento.