Las estafas a nombre de grandes firmas como Adidas, Google, Netflix o Disney se han visto incrementadas durante los últimos meses ante las facilidades que las compras en línea entregan para perpetrar estos crímenes.
Lo cierto es que tipo de suplantaciones cobra un nuevo sentido cuando el hecho es efectuado por una persona no esperada y esto es lo que ahora sucedió con un actor que se hizo pasar por algunas plataformas de streaming.
Los hechos
Aunque podría parece una historia sacada de la ciencia ficción, lo cierto es que se trata de un caso que podría quedar en la historia de los fraudes, tanto por la persona que cometió el crimen como por la cantidad de dinero involucrado: 227 millones de dólares.
La noticia tiene como protagonista a Zach Avery, actor que participó en cintas como Fury, El bailarín o Bajo la misma piel , fue arrestado en Los Ángeles, luego de que se le viera involucrado en un esquema Ponzi que defraudó cerca de 227 millones de dólares a diversos inversionistas mediante acuerdos ficticios al hacerse pasar por plataformas de streaming como HBO y Netflix, entre otras.
La información llegó de la mano de Los Ángeles Times, medio que indicó que el actor de 34 años fue acusa de enviar una serie de correos electrónicos en los que se hizo pasar como ejecutivos de las mencionadas plataformas de streaming en los que hacía referencia a acuerdo inexistente de distribución de películas.
La intención, que fue dada a conocer por el agente del FBI John Verrastro destapó el plan de Avery, era lograr que los inversoras destinaran grandes cantidad de recursos para su empresa de distribución conocida como 1inMM Capital LLC.
El actor envió a los inversores un informe anual que destacaba un catálogo de 52 películas que supuestamente su compañía distribuía en África, Australia, Nueva Zelanda y Sudamérica, según la declaración de Verrastro.
Netflix y HBO en la mira
La estafa llegó cuando Avery aseguró a los inversionistas que tenía “asociaciones estratégicas” con HBO, Netflix y otras plataformas para otorgar licencias de derechos de distribución en el extranjero, con lo que prometió beneficios de hasta 40 por ciento luego de un año.
Lo cierto es que a decir de la FBI, el ahora arrestado no tenía ningún tipo de acuerdo, al tiempo que desvió gran parte del dinero invertido para su beneficio personal.
Puntualmente, se detalló que parte del dinero se habría utilizado par comprar una casa en Beverlywood en 2018, vivienda que ahora está a la venta por 6.5 millones de dólares.
Ante esta situación, se estima que desde diciembre de 2019, la compañía del actor ha incumplido más de 160 pagos a sus inversionistas: A su mayor inversor, JJMT Capital, LLC, se le adeudan más de 160 millones de dólares en capital y alrededor de 59 millones en ganancias.
Por la acusación de fraude electrónico el actor podría pasar en prisión cerca de 20 años de ser declarado culpable.
Más allá de esperar a que se dicte sentencia sobre el caso, lo cierto es que para Netflix HBO estar involucradas en este tipo de casos no es buen augurio.
El mal uso de sus credenciales, logo y demás activos de imagen involucran a las firmas en una experiencia evidente desagradable para el consumidor y, en este caso, para los inversionistas lo que de manera inmediata se traduce en problemas que sin ser responsables, las empresas están obligadas a atender.
El problema no es menor y está fuertemente ligado con el negocio de las empresas. Recordemos que, de acuerdo con datos publicados por Statista, la opinión de las personas sobre la compañía es el principal factor (94 por ciento) que aporta o afecta la reputación de una compañía, incluso por encima de los reconocimientos obtenidos (88 por ciento) o la publicidad (86 por ciento), situación que toma otras dimensiones si consideramos que el 70 por ciento de las personas asegura que al tomar sus decisiones de compra, la reputación de la empresa que respalda a una es un aspecto fundamental que, incluso, ostenta un mayor valor que las características del producto mismo.