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La edición del Super Bowl celebrada en 2024, alcanzó una audiencia promedio de 123.7 millones de telespectadores en Estados Unidos, según Nielsen.
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La audiencia internacional del Super Bowl creció un 10% en comparación con el año anterior, reflejando un aumento en el interés global por el evento.
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Los eventos de gran magnitud son espacios ideales para ciertos activistas que quieren alzar la voz.
En una protesta inesperada que interrumpió el espectáculo de medio tiempo del Super Bowl 2025, un manifestante irrumpió en el escenario mientras ondeaba una bandera de Palestina, capturando la atención del público y los medios de comunicación. El incidente ocurrió durante la tan esperada presentación de Kendrick Lamar, SZA y otros artistas en el gran evento deportivo.
El activista, que logró burlar la seguridad del evento, se mostró determinado a hacer una declaración política en un espacio mundialmente reconocido. Sosteniendo con firmeza la bandera palestina, el manifestante fue rápidamente detenido por el personal de seguridad, quien actuó con rapidez para contener la situación y devolver el foco al espectáculo.
Este acto de protesta se da en un contexto global de tensiones políticas, especialmente relacionado con el conflicto en Gaza. Los asistentes y espectadores, sorprendidos por la interrupción, se vieron obligados a hacer frente a una intervención que desvió la atención de la competencia deportiva y la música, poniendo en el centro del debate las luchas sociales en diversas partes del mundo.
Este hecho no solo sacudió el ambiente festivo del Super Bowl, sino que también reflejó la creciente preocupación de los movimientos internacionales sobre la situación en Palestina, haciendo que el evento trascendiera lo estrictamente deportivo para convertirse en un espacio de visibilización de causas sociales. Aunque el incidente fue resuelto rápidamente, dejó una reflexión sobre la relevancia de las manifestaciones en eventos globales y el poder de la protesta en plataformas masivas.
Pro-Palestinian protestor runs on field during #SuperBowl #HalfTimeShow (is detained by security shortly after) pic.twitter.com/Dkh2kLNpok
— Deadline (@DEADLINE) February 10, 2025
Esta interrupción dejó una reflexión en los asistentes y, por supuesto, en las redes sociales, donde el hecho se viralizó rápidamente. La imagen del activista con la bandera de Palestina se sumó a la larga lista de momentos que definen a estos eventos no solo por el entretenimiento, sino por las ocasiones en las que se convierten en escenario de declaraciones políticas.
Y es que, los eventos de masas, especialmente aquellos transmitidos a nivel mundial como el Super Bowl, se han visto como una oportunidad para los activistas de utilizar la atención global para promover sus mensajes. El Super Bowl, por ejemplo, ha sido escenario de intervenciones políticas en múltiples ocasiones. Además, grandes eventos deportivos como los Juegos Olímpicos y el Mundial de Fútbol también han sido plataformas para manifestaciones políticas, como los emblemáticos gestos de los atletas durante el podio, como el saludo del puño levantado de Tommie Smith y John Carlos en 1968.
Un estudio realizado por la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) sobre el uso de los deportes como plataforma de protesta sugiere que, aunque las protestas en estos eventos a menudo provocan controversia, también tienen el potencial de generar un cambio social al atraer la atención de audiencias que de otro modo no estarían involucradas en los debates políticos.
Con una audiencia que supera los 210 millones de personas en 2024, según Seedtag el Super Bowl continúa consolidándose como un evento de magnitud global que atrae a espectadores de todas partes del mundo. En América Latina, México lidera la lista con 24 millones de personas sintonizando el evento, lo que lo convierte en el principal mercado de la región.