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Las instalaciones de GM en Canadá estaban paralizadas desde febrero pasado, por lo que pasarán casi medio año inactivas
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Por esta razón, y paralizaciones similares en el resto de América del Norte, la empresa se ha concentrado en sus productos más populares
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Aún así, se estima que toda la industria automotriz perdería unos 110 mil millones de dólares anuales
La industria automotriz norteamericana podrá respirar, al menos por el momento. De acuerdo con Reuters, General Motors (GM) acaba de informar que podrá reanudar cuatro plantas que habían sido afectadas por la falta de chips, semiconductores y otros componentes. Éstas se hallan en toda América del Norte, incluyendo dos instalaciones en México. A raíz de la noticia, las acciones de la compañía se apreciaron un cuatro por ciento dentro del mercado de valores.
En México, las plantas que podrán volver a operar con normalidad son las de San Luis Potosí y Ramos. Se espera que GM reinicie las actividades este lunes 31 de mayo. Las instalaciones en Ingersoll, Ontario, Canadá, reanudará la producción este próximo 14 de junio, y se mantendrá activa al menos hasta el dos de julio. Finalmente, la fábrica de Lansing Grand River, Michigan, Estados Unidos (EEUU) debería volver a trabajar el próximo 21 de junio, sin fecha de cierre.
Paralelamente con las instalaciones de México, GM dijo que también reanudará la producción de su fábrica de Bupyeong, Corea del Sur. Según la marca norteamericana, toda su cadena de suministro “todavía se esfuerza para mitigar el impacto en el corto plazo de la situación de los semiconductores”. También advirtió que la disponibilidad de componentes aún es “fluida”, lo que sugiere que no espera que los problemas de la compañía hayan dejado de ser un desafío.
¿Ha mejorado la situación de los semiconductores?
Por desgracia para GM, la escasez de chips y componentes similares no es un reto fácil de solucionar. De acuerdo con CNBC, la Casa Blanca ordenó una revisión de toda la cadena de suministro en EEUU para identificar cuellos de botella y otros problemas. Sin embargo, solo el análisis tomará 100 días. Y el despliegue de soluciones (principalmente, la construcción de nuevas fábricas) probablemente tome meses, si no es que varios años más para completarse.
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A eso se debe sumar que los productores actuales de semiconductores no ven una solución a los problemas actuales en el corto plazo. De acuerdo con The Verge, es probable que no sea sino hasta 2002 que se pueda ver un suministro más o menos estable de componentes. Así que cualquier solución que pongan en marcha GM u otras rivales será solo temporal. En otras palabras, las fábricas que abrirán en Norteamérica en estas semanas cerrarán poco después.
Y como como suele suceder en la mayoría de los casos, probablemente serán los clientes de estas empresas las que paguen estos dolores de cabeza. De acuerdo con Wired, en otras de las industrias que han sufrido por la escasez de microchips (como las Smart TVs) ya se han dado subidas de precio de hasta 30 por ciento. Solo es cuestión de tiempo para que GM y el resto de las empresas en el sector automotriz también deban pasar parte de estas pérdidas.
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Desgracias más allá de GM
Como ya se dijo, esta automotriz americana no es la única que está sufriendo por la escasez de chips. Como GM hace unos meses, en abril la japonesa Subaru dijo que iba a tener que detener muchas de sus fábricas por la falta de componentes. En su caso, sin embargo, se propuso una paralización total de las actividades, para después irlas retomando poco a poco con el paso de las semanas. La idea era volver 100 por ciento a la acción este mismo mayo.
También es importante destacar que incluso algunos productos que el público no se espera, fuera de los autos de GM o dispositivos electrónicos, han sufrido por la escasez. Por ejemplo, Whirpool dijo en marzo que muchos de sus refrigeradores podrían verse afectados por la falta de semiconductores. Esto, en gran parte porque algunos de sus modelos tienden a tener sistemas inteligentes que dependen de componentes tecnológicos sofisticados y escasos.