• Libra todavía tiene varias empresas que apoyan su implementación a escala global fuera de Facebook, como Uber y Spotify

• Éstas empresas podrían ganar una parte de las ganancias que se generen por la operación de la criptomoneda a escala global

• Sin embargo, no es evidente para los observadores de la industria cómo estos agentes privados podrían implementar la divisa digital

Por fin el temido rival de Bitcoin, Libra, llegará al mercado en 202a. De acuerdo con Reuters, la criptomoneda de Facebook podría comenzar a circular a partir del próximo enero. Pero este proyecto se estrenará de una forma mucho más limitada y débil de lo que se había anunciado en un inicio. El plan original era que se lanzaran múltiples stablecoins, cada una ligada a una moneda fiat tradicional. También se había planeado lanzar un índice compuesto de todas ellas.

Sin embargo, en datos del Financial Times (quien dió la noticia originalmente), en enero solo se va a presentar una única stablecoin ligada al dólar. Tanto el resto de las criptodivisas estables como el índice de todas ellas serían introducidas al mercado en una fecha posterior. La noticia parte de las declaraciones de tres fuentes cercanas al proyecto de Facebook y aún no se tiene  un anuncio oficial. Su estreno en enero aparte depende del visto bueno del Gobierno de Suiza.

Es posible que el lanzamiento de Libra, suponiendo que se concrete en enero, no sea global. De acuerdo con una fuente en Novi, la unidad de Facebook que está desarrollando una wallet para que los usuarios puedan usar la criptodivisa, el producto está listo para desplegarse. Sin embargo, se espera que la compañía realice un lanzamiento por partes, empezando por los Estados Unidos (EEUU) y algunos países de Latam antes de continuar con el resto del mundo.

¿Podrán cumplirse por fin los sueños de Facebook?

Decir que el desarrollo de Libra ha sido accidentado es subestimar la situación. De acuerdo con el Washington Post, varios gobiernos reaccionaron negativamente a la creación de esta criptodivisa desde que surgió la propuesta en 2019. Esto en parte porque, en su forma original, representaba un riesgo para las monedas respaldadas por gobiernos, como el dólar y el peso. Y en esta forma, podría presentar una amenaza a la política fiscal de varios países del mundo.

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Las noticias de un regreso de Libra para 2021, a pesar que sus planes han sido modificados para tranquilizar a los reguladores, sigue generando temores en todo el mundo. De acuerdo con Finextra, reguladores de European Central Bank (ECB) aún consideran el proyecto Libra como algo controversial. No solo eso, sino que también han dicho que se podría tener el “futuro del dinero” en juego si no se pone suficiente atención a la aplicación de la divisa.

La cuestión es que, aún si la implementación de Facebook falla, podría no ser el final de las preocupaciones de estos reguladores. De acuerdo con Raconteur, es muy probable que solo es cuestión de tiempo para que una criptodivisa de alcance masivo surja en alguna parte del mundo. Y, como se teme para Libra, también presente retos a la autonomía y soberanía de los bancos centrales. Así pues, los retos y miedos que surgieron no desaparecerán mágicamente.

Una evolución interesante para las criptomonedas

Cabe destacar que, más allá de los avances de Facebook con Libra, el 2020 ha sido un año muy interesante para el sector de las criptomonedas. Esto se puede ver de una forma más clara con Bitcoin, la líder de esta industria. No solo esta divisa ha seguido creciendo en valor de forma acelerada a lo largo del año, rompiendo incluso récords históricos. Además, es muy evidente que su adopción, lenta pero segura, es cada vez mayor en un panorama global.

El hecho que se esté pintando un panorama favorable de adopción para Bitcoin y la divisa digital de Facebook tiene aterrados a los gobiernos por otra razón.Muchas autoridades han ligado estas criptomonedas a actividades ilegales, como el lavado de dinero. Si bien no es el único uso de estas herramientas, ciertamente hay varias actividades de preocupación en este segmento. Por ejemplo, la compra de identidades completamente nuevas en otros países.