Por Alvaro Rattinger
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El trabajo moderno requiere herramientas tecnológicas, conexión a internet y un sentido constante de la innovación. En este frenesí se ha vuelto común que las personas ignoren reglas básicas de educación y consideración al prójimo, hay que admitir que en marketing un simple error podría alterar de manera irreparable la marca que se representa o la reputación personal.
Crear un manual de mejores prácticas en este terreno es reto fácil, en la mayoría de los casos el sentido común es suficiente; sin embargo, no se reconoce el rol de smartphone en el problema y se atribuye toda la responsabilidad al dueño. En gran medida el uso de gadgets es algo inevitable ya que están creados para absorber nuestra atención, es por eso que es tan difícil dejarlos de lado.
Los diseñadores de interfases gráficas son responsables de mantener al usuario atento a su app, sistema operativo o software. En este sentido es importante entender que las constantes notificaciones de un teléfono inteligente son fríamente calculadas y su objetivo final es hacer que el consumidor revise frecuentemente el gadget. Seré el primero en admitir que me cuesta mucho trabajo no ver la pantalla de mi smartphone cada 5 segundos, pero imperdonable si se hace al manejar o en medio de una junta.
Entre los parámetros mínimos que me parece deben observarse están los siguientes:
1. No sacar el teléfono durante una comida de negocios
El principio básico es mantener la prioridad de comunicación, en una comida de trabajo no debería existir alguien más importante que la persona con la que se comparte el alimento. La mejor forma de salir adelante es no sacar el gadget por completo.
2. Evitar el uso de chats y sistemas de mensajes durante juntas
Las juntas existen para transmitir temas de importancia en grupo. Es cierto que se abusa de ellas; sin embargo, eso no es pretexto válido para iniciar conversaciones paralelas mediante whatsapp o messenger.
3. El tono de alertas debe ser discreto
Las llamadas e interrupciones son una realidad de nuestro trabajo diario, por esta simple razón hace sentido tener un tono de llamada apropiado; canciones de moda o ritmos de samba son una pésima idea y lastimarán la imagen de seriedad del más experimentado mercadólogo.
4. No lo utilices al manejar
El riesgo más serio de utilizar un smartphone al manejar es morir o lastimar a un tercero; sin embargo, las cosas no terminan allí. Si tu integridad personal o las de los que te rodean no es suficiente razón para dejar de usar el móvil al manejar considera que la señal en los automóviles tiende a fallar y es muy posible que en una distracción se digan improperios o se pierda la discreción al pensar que la llamada ya terminó o que fue desconectada.
5. De una emergencia nadie se salva
El rol de los teléfonos móviles es acercarnos a nuestros seres queridos, socios, amigos, familia y compañeros de trabajo, inevitablemente recibiremos una llamada que requiera contestación, todos podemos entender eso. La cosa cambia si son dos al hilo o hasta tres interrupciones. La mejor opción es crear una lista de personas claves y permitir llamadas de ellas durante una reunión.
6. El teléfono no tiene que acompañarte a todos lados
Es de pésima educación utilizar un teléfono en el baño o dentro de un elevador, en especial si se hace con carcajadas o gritos.
7. Las llamadas son privadas
Hay que meditar este tema por un segundo, la mayoría de las llamadas son privadas, entonces, ¿porqué las tomamos frente a terceros? Si se trata de hablar con alguien por teléfono es buena idea separarse del grupo o atender en un lugar en el que la intención de la misma no se comparta con personas ajenas.
8. Nunca en una entrevista de trabajo
El smartphone debería de usarse con mesura frente a terceros, hay historias de terror de todo tipo, la peor es dejar encendido el gadget durante una entrevista laboral. La presión es alta durante este tipo de situaciones, es innegable, una llamada imprudente es el detonador perfecto para un ataque de ansiedad.
9. Caminar y escribir, peligro constante
Se olvida que al escribir en un teléfono tenemos los ojos pegados al móvil, desde la invención de las pantallas táctiles se ha vuelto imposible sentir la posición de las teclas. Por esta simple razón utilizar el teléfono mientras caminamos es una idea desastrosa.
10. Crea una firma para tu teléfono
La época de presumir que el mensaje se envió desde un iPhone ya pasó. Amén de que todos nos convertimos en parte de la estrategia de mercadotecnia de Apple, Samsung o Google es momento de tener una firma profesional en nuestro teléfono que nos identifique como ejecutivos de confianza que incluya nuestros datos de contacto y que ayude a cerrar la pinza entre un email y un contacto personal.
Son 10 puntos que bien vale la pena mencionar; sin embargo, no son los únicos, las aberraciones que cometemos con estos aparatos son tales que un terabyte para escribir todas las posibles combinaciones para ser más considerados.