La Administración Nacional de Seguridad del Tráfico (NHTSA por sus siglas en inglés) absolvió este jueves a Tesla por su supuesta responsabilidad en el accidente vial que cobró la vida al propietario de un vehículo que utilizaba la función “piloto automático”.
Joshua Brown murió en un accidente en 2016 cuando su vehículo Model S condujo debajo de un camión con remolque blanco mientras tenía habilitada dicha función. El siniestro provocó una investigación de la NHTSA, junto con las llamadas de grupos como Consumer Reports, los cuales exigieron que Tesla cambiara el nombre de la modalidad y que fuera desactivada para evitar futuros incidentes.
El departamento de seguridad de la NHTSA señaló que el conductor tuvo la responsabilidad del accidente, debido a que la función -pese a que se llama piloto automático- infiere de plena autonomía, por lo que el accidente ocurrió en el momento en el que el ocupante se encontraba distraído.
Bryan Thomas, director de comunicaciones de NHTSA, señaló que la dependencia cerró la evaluación preliminar del incidente, llegando a la conclusión de que Telsa no tuvo la culpa.
La dependencia evaluó el uso completo del sistema automatizado y llegó a la conclusión de que “no se trató de algún defecto relacionado con el diseño del vehículo”.
Thomas señaló que la automotriz estadounidense estuvo “completamente dispuesta” a lo largo de la investigación, lo que permitió que el informe concluyera con bastante rapidez.
El CEO y fundador de Tesla, Elon Musk, compartió la noticia poco después de que la NHTSA hiciera su anuncio.
Final report on Autopilot issued by @NHTSAgov is very positive https://t.co/KsOZSrr3l9
— Elon Musk (@elonmusk) 19 de enero de 2017
Junto con el sistema de piloto automático, la NHTSA examinó el sistema automático de frenado de emergencia (AEB) y los posibles “problemas de interfaz hombre-máquina relacionados con el funcionamiento del piloto automático”.
Mientras que el “piloto automático” ha sido declarado inocente de alguna falla en el momento del accidente, el desafío de educar a los conductores sobre el uso del piloto automático de seguridad sigue siendo un punto de preocupación.
Para la NHTSA, el sistema de “piloto automático” de Tesla entra en la categoría nivel 2 de automatización. Esto significa que tiene “un sistema automatizado en el vehículo [que] puede en realidad llevar a cabo algunas tareas de conducción, mientras que el conductor lleva a cabo el resto de la tarea”.
En otras palabras, los conductores no pueden simplemente depender del piloto automático como un chofer. El problema es que algunos consumidores pueden ver el prefijo “auto” y asumir que significa que sólo puede dejar la conducción del vehículo.
De acuerdo con Thomas, el mayor reto para Tesla (y los sistemas similares de otros fabricantes) es la forma de educar a sus consumidores sobre las mejoras.
Mientras se cierra este capítulo con el “piloto automático” de Tesla, se abre otro para la nueva la conducción autónoma y el interés de la industria automotriz de volverla realidad a partir del 2020.