La marca de moda Abercrombie & Fitch podría buscar en el mercado chino un salvavidas para salir del mal momento por el que pasa desde hace meses en los que las ventas no dan los resultados deseados, situación que se profundiza con un mal rendimiento en el mercado bursátil.
Sabemos que el sector retail pasa por uno de los momentos más complicados de los últimos años, en lo que va del año se superan 3 mil 200 tiendas que bajan sus cortinas, muchas parte de grandes cadenas como Sears, Macy, Aéropostale y Lululemon Athletica, Bebe Stores y JC Penney.
El caso de Abercrombie es una muestra más de lo que viven las compañías que no se han adaptado a los nuevos hábitos y gustos de consumo de los públicos a la velocidad necesaria. La que fuera una de las marcas populares durante la década pasada, corre riesgos, al grado que uno de sus intentos por resurgir fue considerar la posible venta de la empresa, algo que terminó por desecharse hace unos días.
Su objetivo, según dijo en su momento, Arthur Martinez, presidente ejecutivo de de A&F, es “adoptar acciones sólidas y agresivas para mejorar el resultado y el valor a largo plazo para los accionistas”, lo que los llevó a buscar nuevas alternativas de negocio.
Una de ellas y que, según algunos analistas, podría ser un intento de rescatar a la marca, es reforzar su presencia en el mercado chino. Este lunes anunciaron incursión en el comercio electrónico chino a través de una alianza con Alibaba Group.
Aunque ya tiene presencia en el país asiático desde hace tres años, Abercrombie sólo cuenta con unos cuantos establecimientos por lo que la sociedad con el gigante de comercio electrónico para lanzar sus productos a través de Tmall (una de sus subsidiarias), es una apuesta por reforzar su presencia en territorio chino, donde sí reporta crecimiento, contrario a lo que pasa en Estados Unidos, donde ha tenido que cerrar tiendas.
A&F nació a finales del siglo XIX y durante muchas décadas se mantuvo como uno de los principales jugadores del retail en Estados Unidos, también fue muy popular en mercados como el mexicano durante la década pasada, pero no se ha sabido adaptar a los cambio de hábitos de consumo y a las preferencias de moda de los consumidores, cayendo en relevancia e impactando sus ventas.