El Día de la Pizza se celebra el 9 de febrero cada año. Esta fecha se ha convertido en un día internacionalmente reconocido para celebrar uno de los platos más populares y queridos en todo el mundo.
En torno a este platillo hay una polémica, particularmente con la pizza hawaiana. Para muchos es la mejor combinación, otros tantos pensamos que la piña no tiene cabida.
Lo cierto es que el Día de la Pizza es un buen pretexto para conocer más sobre el origen de esta combinación que ha dado a una de las variedades más famosas.
Pizza hawaiana, el invento
La pizza hawaiana fue inventada en 1962 por Sam Panopoulos, un inmigrante griego-canadiense que era dueño del restaurante Satellite en Chatham, Ontario, Canadá.
Panopoulos buscaba nuevas combinaciones de sabores para sus pizzas y se inspiró en la comida china agridulce para combinar jamón cocido y piña enlatada.
La idea de añadir piña a la pizza surgió como una forma de experimentar y ofrecer algo diferente a sus clientes, mezclando sabores dulces y salados en un momento en que la innovación en pizzas no era tan común como hoy en día.
La combinación fue un éxito entre sus clientes y pronto se extendió por todo el mundo.
¿Con o sin piña?
Aunque la pizza hawaiana es muy popular, también ha generado controversia. Algunos la consideran una aberración culinaria, mientras que otros la adoran por su sabor único. Lo cierto es que la pizza hawaiana ha creado un debate que continúa hasta el día de hoy.
¿Cuáles son los ingredientes de la pizza original?
La pizza original, en su forma más tradicional y reconocida, se refiere a la Pizza Margherita. Este tipo de pizza, símbolo de la cocina italiana, se caracteriza por su simplicidad y la calidad de sus ingredientes, representando los colores de la bandera italiana.
Se hornea en un horno de leña a altas temperaturas, lo que le da un borde ligeramente carbonizado y una base crujiente. La simplicidad de la Margherita es lo que resalta la calidad de sus ingredientes, y es considerada la base sobre la cual se han desarrollado muchas otras variantes de pizza en todo el mundo.
LEE TAMBIÉN. Así puedes conseguir una pizza de Little Caesars a sólo 10 pesos
Historia
La historia de la pizza se remonta a siglos atrás, originándose en Italia como un plato sencillo para alimentar a la clase trabajadora. Con el paso del tiempo, se transformó en una de las comidas más amadas a nivel mundial. Su versatilidad y la capacidad de adaptarse a diferentes culturas y gustos han hecho de la pizza un fenómeno global.
En el origen este platillo era una simple tortita o focaccia de masa fermentada, cocida hasta quedar tierna, con bordes elevados conocidos como “cornicione”. Originalmente, su sazonamiento incluía aceite de oliva, anchoas y mozzarella de búfala. No fue hasta el siglo XIX que en Nápoles se le añadieron ingredientes como el jitomate, aceitunas negras y orégano, dándole a la pizza su identidad definitiva y el apelativo de “napolitana”.
Existen dos variantes históricas de la pizza napolitana que destacan por su tradición y autenticidad. La primera, la margherita, debe su nombre a Margarita de Saboya.
Durante su visita a Nápoles en 1885, expresó su preferencia por una versión de pizza que omitía el orégano, las anchoas y las aceitunas, pero añadía albahaca a la mezcla de jitomate y mozzarella. Esta variante se consideró “patriótica” por representar los colores de la bandera italiana, recién unificada en esa época.
La segunda variante es la pizza marinara, la más sencilla de todas, que originalmente era el tentempié de los marineros y que hoy en día a veces incluye almejas y mejillones.
Con el tiempo, ha evolucionado para incluir una amplia variedad de ingredientes, desde corazones de alcachofa hasta mariscos, sirviéndose tanto como entrante caliente como plato único. Incluso, durante los últimos años, se han elaborado recetas que incluyen ingredientes dulces.
Esta evolución refleja la adaptabilidad de este platillo a diferentes culturas y gustos, manteniendo al mismo tiempo sus raíces en la tradición napolitana. A medida que los italianos emigraron por el mundo, llevaron consigo la tradición de la pizza, abriendo pizzerías en las grandes ciudades de Europa y América del Norte, y convirtiéndola en un símbolo del fast food italiano a nivel mundial.
