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La nueva campaña de Google fue desarrollada con el apoyo de la agencia de publicidad VMLY&R
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Como parte de este stunt comercial, la tecnológica entregó cincuenta dispositivos a influencers de la industria
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Asimismo, la compañía entregó más de cinco mil aparatos a representantes de ventas en contacto directo con el público
Todos los lanzamientos son siempre el momento más difícil en la vida de un producto. La campaña no solamente debe tomar en cuenta también los momentos previos al anuncio oficial del producto o servicio. Asimismo, la oferta tiene que estar a la altura de las expectativas de los usuarios para evitar daños en la reputación de marca. Las marcas incluso deben estar al pendiente de las iniciativas de la competencia para saber cómo responder adecuadamente.
Así pues es entendible que una campaña de lanzamiento representa una presión sin igual para las empresas. De acuerdo con Chron, la presentación de un nuevo producto o servicio tiene que estar bien planificada para ajustarse a las preferencias de los consumidores. Asimismo, agentes como Carl White señalan que una ejecución estratégica, que no se centre sólo en los aspectos tácticos, es crucial para el éxito a futuro. Así pues, hay múltiples elementos en juego.
Si bien una campaña de lanzamiento es un asunto que debe tomarse muy en serio, no significa que no haya espacio para experimentar. Al contrario, es en estos momentos cuando las empresas deben tratar de arriesgarse con sus ideas más extravagantes. Y es que es justo al inicio del ciclo de venta cuando todos los reflectores están sobre la marca. Entre más única sea una iniciativa, será más fácil que los usuarios desarrollen un nexo fuerte con la oferta.
Una campaña adecuada para el lanzamiento del año
El ejemplo perfecto para esto es la activación que está realizando Google con su Pixel 4. La tecnológica acaba de presentar hace solo unas horas el dispositivo de forma oficial. Y, desde entonces, ya ha generado una serie de miedos mortales entre los principales competidores de la industria global. Pero esto no es lo más relevante de su campaña de lanzamiento. Lo que más ha llamado la atención, es su estrategia de distribución de equipos para pruebas.
De acuerdo con AdAge, Google está entregando sus Pixel 4 a influencers y líderes de opinión en cajas de pizza. La campaña es realizada con el apoyo de Domino’s y busca reafirmar la idea que el dispositivo puede utilizarse sin tocarlo, gracias a su tecnología de control gestual. El arte de la caja describe algunas de las características más importantes del dispositivo insignia de la tecnológica. Asimismo, tiene un arte consistente con el estilo gráfico de la pizzería.
Alianzas extravagantes de marketing
No es la primera vez que dos empresas u organizaciones se unen para un proyecto poco convencional. Airbnb y una organización de salud infantil canadiense se unieron para presentar una experiencia para simular el día de un niño en un hospital. Amazon, por su parte, unió sus servicios Alexa y Music para una campaña donde la asistente de voz se robó el protagonismo. Tide también ha desarrollado una gran activación con la ayuda de la NFL y varias series de TV.
¿Estas alianzas podrían ser el inicio de una nueva era en la industria del marketing? Al final, estas activaciones son igual de provechosas para todas las marcas involucradas en la propuesta. En primera instancia, todas las empresas pueden recibir una buena exposición entre la audiencia. Además, la naturaleza más colaborativa de este tipo de proyectos podría reducir los costos publicitarios. O bien, incrementar la calidad de estas iniciativas.
Por otro lado, también podría ser contraproducente, al menos para una de las marcas involucradas. Es muy difícil que una campaña con varios productos, servicios y compañías pueda darle relevancia adecuada a todos sus participantes. Si las marcas quieren seguir empleando estas estrategias, es indispensable que estén conscientes de este reto. Y que, si se alían con otra empresa, trabajen arduamente para sobresalir y no ser opacadas.