Por Camila González
Twitter: @camilaglz

Esos personajes que superan el concepto de tiempo me sorprenden. Son como de todos los tiempos y de ninguno. Son, por la ausencia de tiempo, ya de ficción. El Chapulín Colorado, por ejemplo, no dejará de ser en mucho tiempo y ha sido desde hace tiempos ya. Tengo conmigo tres anuncios que ponen el reflector sobre este héroe torpe y amado para darle la palabra, para que sea él quien hable sobre el producto anunciado. Estos tres spots “achapulinados” son, a propósito de estas figuras sin tiempo, de tres décadas distintas…

Joven, como lo conocí yo, el Chapulín hace de Bimbo un canto, le imprime a la imagen del producto toda su gracia, la aceptación implícita de su figura y un pegajoso jingle… Sin darnos mucha cuenta los Bimbuñuelos van quedándose ahí, entre el jingle y nuestro gusto, entre nuestra alacena. Es 1980 y el Chapulín Colorado vive su auge aquí y muchos rincones del mundo.
Anunciante: Bimbo. Categoría: bizcochos y pastelitos. Año: 1980.

En este caso el Chapulín ejecuta una de sus heroicas acciones al cambiar una botana insípida y sin gracia por Barcel (1983). El ícono del anti-superhéroe sitúa a la marca a un nivel incuestionable. Sin otra cosa, con la historia que nos cuentan, simple y sencilla, se demuestra una vez más el tipo de alianzas que puede lograr un personaje sin tiempo con una marca de siempre.
Anunciante: Barcel. Categoría: botanas/palomitas/cacahuates. Año: 1983

Y en 2002, Forti Leche también entrega a lo que encarna el Chapulín la responsabilidad de retratar a través de un cuento animado de aventuras las ventajas nutritivas de una leche. Así es, los productos deben hablarnos desde la diversión y la novedad, para no caer en la obviedad del mensaje mil veces repetido. Infantil y elocuente, el Chapulín le da el toque al anuncio.
Anunciante: Forti Leche. Categoría: leches líquidas. Año: 2002