• Casi desde el inicio de su administración, Trump ha calificado a Huawei como un riesgo a la seguridad nacional 

• Se espera que el futuro presidente Biden continúe en cierta medida con las propuestas de su predecesor en su guerra contra China

• Al mismo tiempo, su acercamiento sería menos confrontacional y más inteligente para mitigar la amenaza tecnológica y comercial asiática

Una de las más grandes herencias de la administración de Donald Trump será la guerra que se desató entre China y Estados Unidos (EEUU) en el entorno comercial. Al frente del conflicto, la tecnológica Huawei fue siempre la más afectada de las compañías asiáticas bajo el asedio del presidente. Y a unos días de tener que ceder la Casa Blanca a Joe Biden, el aún mandatario ha decidido propinarle un último golpe, indirecto, a la empresa telecom y de tecnología.

De acuerdo con Reuters, Trump y su administración habrían revocado, denegado y detenido una serie de licencias de venta a múltiples proveedores de Huawei. Estos permisos permitían a varias compañías de EEUU continuar vendiendo componentes y suministros a la gigante china a pesar de las restricciones comerciales impuestas. Tras esta decisión, se puede esperar que los problemas de la compañía de tecnología sean aún más graves en la parte de manufactura.

La información parte de un correo de la Asociación de la Industria de Semiconductores. En el mensaje, la organización señalaba que el Departamento de Comercio tenía la intención de dar respuesta negativa a varias solicitudes de licencia. Asimismo, decía que al menos un permiso ya concedido había sido revocado. También preguntaba a sus miembros si ya habían recibido algún aviso de la institución. Fuentes internas revelan que habrá más revocaciones a futuro.

Trump y los últimos días en la Casa Blanca

El presidente de los EEUU no solo está aprovechando su última semana en el poder para darle una última patada a Huawei. De hecho, está tratando de sacarle todo el provecho posible al poder de su oficina. En datos del Washington Post, su administración ha ejecutado una serie de acciones para eliminar reglas y legislaciones de protección al medio ambiente. Muchas de ellas son parte de la herencia que el presidente Barack Obama dejó al terminar su periodo.

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Las acciones contra Huawei y el medio ambiente son notables, considerando el estado de la Casa Blanca en estos últimos días. De acuerdo con NBC News, el círculo cercano del todavía presidente se está haciendo cada vez más pequeño, a medida que más funcionarios salen lo antes posible de su administración. Fuentes internas señalan que Trump está casi encerrado en la Oficina Oval, con un personal notablemente escaso a raíz de los ataques en el Capitolio.

Y aún si no se toma en cuenta el segundo impeachment que el ala democrática del Congreso ha puesto en marcha, Trump está metido en un hoyo legal cada vez más profundo. En datos de CNN, las acciones del presidente lo están exponiendo a una serie de demandas y acciones de parte de las autoridades federales y estatales en cuanto termine su periodo. De ser cierto, Huawei podría pronto tener su venganza, aunque sea indirecta, contra el presidente de EEUU.

¿El último golpe en una serie de últimos golpes contra Huawei?

Con solo tres días restantes en el periodo de Trump, es poco probable que el magnate le lance un golpe más a Huawei. Pero no por falta de ganas. Y es que en las últimas semanas, es claro que el aún presidente quiere dejar la Casa Blanca seguro que la tecnológica china está más débil que nunca. Solo a finales de diciembre se propuso una legislación que sacaría el equipo de la telecom de la infraestructura nacional, a un costo de mil 900 millones de dólares (mdd).

Por supuesto, el coraje de Trump contra China no se ha enfocado solamente en Huawei. Otras grandes tecnológicas también han sufrido la ira de los últimos días del presidente. Durante la semana se dio a conocer que Xiaomi sería agregada a la lista negra del Pentágono. Este grupo no solo indica que la compañía está supuestamente controlada por el Ejército de Pekín. Sería la excusa para detener cualquier proyecto comercial de empresas americanas con esta marca.