Internacional. En una junta de oficina, plática de pareja o incluso en un foro de internet, las diferencias de opiniones y los malos entendidos pueden llegar a desequilibrar la conversación hasta el punto de los argumentos sin sentido. Para los profesionales de la comunicación, conocer las estrategias -por más sencillas que parezcan- para ganar una discusión, garantiza una ventaja considerable en el trato con las empresas o con los clientes.
Más notas relacionadas:
5 tipos de Trol más comunes en internet
Qué hacer si pierdes el control de tu cuenta de Twitter
Libérate de los molestos trolls con esta aplicación
Por este motivo, psicólogos de la Asociación para la Ciencia Psicológica (APS por sus siglas en inglés) se dieron a la tarea de rastrear y medir los comportamientos de algunos grupos extremistas de la red, cuyos argumentos están inmersos en conversaciones agresivas. Luego de las investigaciones, los expertos, encabezados por el psicólogo de la Universidad de Colorado, Philip M. Fernbach, revelaron que el secreto para ganar una discusión es sencillo: preguntar el cómo en lugar del por qué de las posturas.
De acuerdo con el Business Insider, la teoría es muy simple: Los extremistas políticos son menos agresivos cuando se ven en la necesidad de explicar cómo llevar a cabo las ideas que defienden en lugar de mencionar por qué hay que creer en ellas.
Para el experimento, los psicólogos pidieron a dos grupos en internet que entraran en una foro de discusión acerca de temas polémicos. El grupo 1 tuvo que dar su opinión sobre el tema y luego defender el por qué de sus ideas, mientras que al grupo 2 se le dio la instrucción de explicar cómo llevarían a cabo las propuestas que defendían.
Los resultados fueron sorprendentes; las personas del grupo 1 terminaron totalmente convencidas de sus ideas y con una seguridad que casi se identificaba como soberbia, mientras que el grupo 2 dudaba seriamente de sus posturas y registraron un tono más suave en su discusión.
El estudio, explica en gran medida por qué es tan sencillo para algunas personas emitir juicios y volverse violentas detrás de sus argumentos (algunos de ellos son los famosos trols de internet). Cuando se trata de explicar a cabalidad cómo poner en práctica las ideas que se defienden, las personas automáticamente se ven obstaculizadas y suavizan su discurso, en busca de la manera para dar explicación a sus creencias.