Por Pamela Luna
La industria radiofónica necesita reformarse para darle batalla a otros medios. Su estrategia: la diversificación y la tecnología.
En el 2006, el crecimiento del 24 por ciento de la radio en relación con el 2005 para alcanzar una cifra de 5 mil 161 millones de pesos, se puede explicar como el resultado de un periodo excepcional debido a los acontecimientos que se presentaron en el país. Durante el mismo año, la industria radiofónica obtuvo el 10.31 por ciento del total en inversión en medios, cifra similar al promedio del periodo en América Latina, que llegó al 10.25 por ciento si se incluye a Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Perú, Uruguay y Venezuela, según la AAAP (Asociación Argentina de Agencias de Publicidad).
Este hecho indica que el porcentaje de la radio es parecido al de otros países sólo porque hubo eventos que proveyeron de más recursos. Gran parte de la responsabilidad del aumento, estuvo en manos de los partidos políticos, los cuales inyectaron un total de 209 millones 526 mil 633 pesos, según cifras del Instituto Federal Electoral (IFE). Esto se debió a que los anunciantes de temas políticos prefirieron a este medio —y a la televisión— como escaparate para dar a conocer a sus candidatos y propuestas.
Los grupos que obtuvieron más beneficios de este periodo fueron Multimedios Estrella de Oro, Grupo Radio Centro y Grupo Fórmula, los cuales acapararon el 41.9 por ciento, según datos del mismo organismo. El motivo: el target al que se dirigen sus contenidos, ya que la mayoría de sus estaciones transmiten programas hablados en lugar de musicales.
Después de la época de bonanza, las cosas vuelven a la normalidad en la industria, por lo que ahora, los radiodifusores deben preocuparse por cómo conseguir más del total de la inversión en publicidad. Sobre todo, si para el 2007, se tiene proyectado que exista un decremento de un 0.34 por ciento en todos los medios, según datos de Merca2.0, lo cual impactará directamente a la radio.
En el ámbito mundial el panorama tampoco es de grandes expectativas, ya que se espera que la radio sólo obtenga un crecimiento de 8.2 por ciento con respecto al 2006. Para hacer frente a un periodo de normalidad después de uno de bonanza extraordinaria, los radiodifusores tienen que realizar acciones —como gremio y como empresa— con la finalidad de mantenerse en un nivel saludable.
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