De un lado mira hacia Inglaterra y del otro se asoma hacia la Isla de Wigth, se trata del Spitbank Fort, un exclusivo hotel británico situado en las costas inglesas en la Riviera del canal de la Mancha.
Fue Enrique VIII quien mandó a edificar el fuerte durante su reinado en 1544, dada la importancia que navalmente tenían las costas de Portsmouth y en prevención de cualquier incursión francesa.
Curiosamente, la locación militar pocas veces entró en acción, hasta que durante 1982 fue vendido a Clarenco, quien lo convirtió en un lujoso hotel.
Spitbank Fort dispone de ocho habitaciones dobles, con camas, para un máximo de 16 huéspedes y para la celebración de eventos puede albergar hasta a 60 personas, aunque los represetantes del hotel recomienda un máximo de 50 personas. Es decir, un evento pequeño pero muy exclusivo.