Un restaurante atendido enteramente por robots, es la atracción central de una población situada en el norte de China, Harbin, ciudad de 6 millones de habitantes, que además tiene la fama de ser uno de los lugares más fríos de la tierra, cuyas temperaturas en invierno pueden descender hasta los -42 grados centígrados.
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El primer restaurante robotizado, hace las delicias de los niños, y funciona con un sistema muy sencillo: Al ser asignada una mesa, el huésped debe llenar su orden en una tarjeta que lleva el robot mesero (pintado en colores rojos brillante) en su pecho, la cual es entregada al robot cocinero (pintado en blanco y azul brillante), que lleva la comida ordenada a la mesa de los comensales.
Las máquinas circulan sobre las pistas blancas trazadas en el suelo, y los autómatas no pueden desviarse de sus carriles, además de que la comida se ajusta a la comida tradicional china, que desde el punto de vista de sus comensales tiene una buena presentación y sabor, aún cuando son robots los que la preparan.
Sin embargo, a pesar de que el concepto sí tiene humanos de soporte técnico para hacer funcionar a las máquinas, la idea de un restaurante atendido por robots, suena futurista y un poco espeluznante.
