Aquellos simpáticos asistentes robotizados, como los que se veían en las diferentes caricaturas, series de TV y películas de ciencia ficción, ya comienzan a tener una presencia verdadera en la vida de las personas a pesar de que en un principio sus funciones sean muy básicas, como aspirar el piso, recoger basura o proyectar audio y emitir video en cualquier lugar del hogar, como el que plantea el Keecker.

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Es verdad que todavía no se alcanza el momento en el que estos divertidos dispositivos puedan interactuar inteligentemente con los humanos como Robotina, C3PO o Wall·e, pero cuando menos Keecker ya cuenta con esa apariencia entrañable y ofrece un servicio que puede ser de interés para mucha gente.

Para empezar, es capaz de moverse sólo entre los muebles de la casa, en donde el propósito de la firma francesa que le ha creado es ofrecer a sus usuarios la posibilidad de proyectar sus contenidos personales en cualquier lugar de la habitación en donde se encuentre, lo que le abre un abanico de posibilidades para oficinas y eventos, a medida que la tecnología misma que contiene Keecker se consolide en el mercado.

Con Keecker el usuario ya no está atado a una pantalla, ya que la imágenes se pueden proyectar en donde se desee y lo que no se había mencionado es que se controla desde el smartphone.

Entre las cosas que se le puede solicitar a Keecker es que proyecte una obra de arte o una película en la sala o en la habitación, una receta en la pared de la cocina, una sesión de ejercicios en el jardín o patio, un tutorial sobre una materia que deseemos aprender en el taller de casa y así, diversión o información para la tarea de los niños, videojuegos y hasta crear ambientes musicales para reuniones a través de la misma aplicación.

También puede servir para monitorear a distancia, ya sea a bebés o a la casa misma mientras se está de viaje, incluso realizar videoconferencias mientras se camina por las habitaciones del hogar.

Aparte de sus múltiples capacidades de entretenimiento, Keecker también proporciona análisis de origen (temperatura, humedad, nivel de CO2 y más) y por motivos de seguridad, como se mencionó, sin importar el lugar del mundo en el que se encuentre su usuario.