Quizás el lector se ha preguntado varias veces sobre su misión en la vida, su razón de existir. Además de razones como “ser feliz”, “hacer por los demás” y “casarse”, tenemos un propósito o estamos en proceso de descubrirlo, pero, momento! , no pretendo hablar de teología o filosofía griega. Sin embargo un fenómeno similar ocurre en las redes sociales.
Muchos de nosotros podemos iniciar nuestra incursión en las redes como una forma de experimentar, de conocer gente y de aprender. Aproximadamente un 30% de las personas inscritas en las redes gestionan contenidos (el resto son sólo lectores), pero el 100% sigue a algo o alguien, marcas o personas, de las cuales pueden desprenderse verdaderos líderes de opinión, que tienen su mejor representación y foro dentro de estos medios digitales.
Toda persona cuyo interés sea convertirse en un vocero, especialista o líder de opinión en las redes sociales, debe ser capaz de identificar su razón de existir en las mismas, y puede lograr un buen comienzo a través de responderse 3 preguntas básicas:
1. ¿Qué estoy aprendiendo en las redes sociales?
2. ¿A quién estoy conociendo?
3. ¿A quién estoy alcanzando?
Si tenemos claros los puntos anteriores, tendremos un excelente punto de partida para entender nuestro valor y relevancia digital, ya sea para transmitir nuestra pasión por algo o para nuestro marketing personal.
El tradicional modelo publicitario, llamado por muchos “Spray & Pray” ya caducó. No desaparecen los medios masivos pero se agregan por necesidad los medios virales. Hoy en día los consumidores buscan un diálogo con las marcas a un nivel “humano”, bilateral y enriquecedor, por lo que líderes de opinión representan grandes embajadores de causas y productos.
Una vez que nuestra misión en la vida digital ha sido identificada, y si aún queremos formar parte de este selecto grupo de líderes de opinión, será importante considerar los siguientes principios:
1. Nuestro nivel de competencia en cierto tema o campo de acción
Si tenemos la convicción de conocer más que el promedio sobre algún tema en especial, es el mejor momento de compartir dichos conocimientos. Si logramos ser consistentes seremos hallados por personas que buscan dichos tópicos.
2. El nivel de demanda
No es lo mismo hablar de las reformas fiscales que sobre gramática japonesa del siglo XVIII. En la medida de que nuestros temas sean actuales y relevantes, seremos correspondidos con un mayor número de seguidores, fans o detractores (que no es necesariamente negativo).
3. La facilidad de ser reemplazados.
Aquí es donde inicia la verdadera competencia. Es muy probable que existan más especialistas sobre nuestro tema de interés. En las redes sociales no hay fronteras y la competencia puede encontrarse en todas partes. Debemos conocer a nuestros rivales digitales y buscar el nivel de conocimiento que nos convierta en “irremplazables”.
4. Ser auténticos
Este es uno de los principios más importantes. Un líder de opinión no se puede formar en las redes sociales a través de utilizar contenidos de otros. Es fundamental que demos a conocer nuestro particular punto de vista, nuestra opinión, nuestra forma de ver las cosas. Podremos ser polémicos, irracionales o bizarros pero seremos nosotros mismos. Este es un principio fundamental para un medio abierto, democrático y abierto al debate.
Finalmente, podemos elegir ser espectadores. Pero si deseamos gestionar para trascender en las redes sociales, debemos pasar por un ejercicio similar a este para apuntalar nuestros esfuerzos hacia mejores resultados.