En 2005, OāReilly lanzĆ³ la revista Make, una publicaciĆ³n quatrimestral que ātrae el espĆritu del hĆ”galo-usted-mismo a toda la tecnologĆa en su vidaā. De esta forma, Make lanzĆ³ en 2006, el āpadre de todos los eventos de innovaciĆ³nā: la Maker Faire (feria de hacedores), mercadeado como āel festival mĆ”s grande del mundo del hĆ”galo-usted-mismo o DYIā. En el contexto del reconocimiento de una forma diferente de desarrollo tecnolĆ³gico, esta feria se anunciĆ³ como que ātenĆa algo para todosā para mostrar y apreciar la invenciĆ³n, creatividad y utilidad de la comunidad Maker.
En el mejor estilo de la sociedad del conocimiento, se comenzĆ³ a replicar estas ferias anuales en eventos sin el auspicio de OāReilly, concentrados en la producciĆ³n y demostraciĆ³n de los desarrollos. AsĆ surgen las Mini Makers Faires, una versiĆ³n informal de una exposiciĆ³n industrial, cuyos productores surgen de cualquier estrato y segmento social, su trabajo fue hecho con la dedicaciĆ³n de un artesano, la conciencia de un ecologĆsta, la curiosidad de un cientĆfico y la optimizaciĆ³n de un ingeniero, en mesas de la cocĆna, talleres, garajes y laboratorios complejos de investigaciĆ³n y desarrollo.
En 1938 con $538 DĆ³lares Americanos, un par de ingenieros crearon un imperio de la electrĆ³nica en un garaje sin uso en Palo Alto, California; David “Dave” Packard y William “Bill” Hewlett, cada uno con 25 aƱos crearon el primer producto de HPĀ un generador de funciones que despuĆ©s fue utilizado por Walt DisneyĀ para generar audio en la pelĆcula Fantasia. El sueƱo americano se hizo realidad y naciĆ³ Sillicon Valle (o el valle del Silicio). Pese haber estudiado en Stanford, a su corta edad eran Makers, sin embargo habĆa una motivaciĆ³n econĆ³mica en crear una empresa, diseƱar y fabricar equipo electrĆ³nico sofisticado. Asi surgiĆ³ una fuerza econĆ³mica sustentada en la innovaciĆ³n, asĆ nos educaron a los ingenieros de los 70s y 80s. Dejamos de lado, el espĆritu de la ciencia por el de la innovaciĆ³n. En ese contexto nacieron Apple, los sintetizadores digitales, el Voyager.
Pese a la corporizaciĆ³n de la creatividad e innovaciĆ³n, se mantuvo vivo el espĆritu del hĆ”galo-usted-mismo. La mayorĆa de las personas que tejen, lo hacen para relajarse, divertirse o para crear algo, en esta perspectiva las mujeres y hombres tejedores forman la cofradĆa de Makers mĆ”s antigua de la humanidad . Y es un gran poder en las manos y mentes de las personas, que son capaces de crear algo con poco. Contrario al paradigma, teorĆa + capital + administraciĆ³n + ventas => Ć©xito; el movimiento Maker busca otras ecuaciones como, Saber MĆ”s = experimentar + estudiar + construir + DiversiĆ³n Ć³ Crear = Divertido Ć³ Ventas = innovar + diversiĆ³n + reciclado.
Como artesanos del Siglo XXI, los millones de makers que estĆ”n creando productos tecnolĆ³gicos, decorativos, artĆsticos en garajes o laboratorios, estĆ”n a punto de transformar la economĆa. Mientras los grandes capitales quieren crecer comprando y monopolizando, los makers quieren seguir siendo pequeƱos, saben que la diversiĆ³n se acaba al crecer – tal como Peter Pan. La escala permite la customizaciĆ³n y el detalle. Si acaso se pretende buscar crear un gran capital, el reto estĆ” en diversificar las manufacturas y hacer clusters de āhechurasā. El impacto en la economĆa puede ser muy relevante al reducir costos y ofrecer productos competitivos y de gran valor.
! No te desconectes ! y crea algo hoy.