México.- Créanlo o no, a veces el estrés sirve para mantenernos despiertos y alerta. Sin embargo, cuando la sensación de estar estresados se prolonga durante demasiado tiempo, lo único que provoca es que nos sintamos agobiados e improductivos. Hay ciertos hábitos que se pueden desarrollar para mantener nuestros niveles de estrés estables. Controlarlo es importante, ya que demuestra que tenemos poder sobre nosotros mismos. A continuación, cinco consejos para mantener el estrés a raya y que no se presente como un problema grave a largo plazo que no sirva más que para desconcentrarnos de nuestras verdaderas labores.
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1. Deja de pensar en las posibilidades terribles de cualquier cosa que emprendas
Los mercadólogos a veces están sometidos a grandes cantidades de estrés por los muchos panoramas en los que puede resultar un plan de mercadotecnia. Las personas que saben controlar su estrés no piensan todo el tiempo en los posibles caminos negativos que pueden tomar sus decisiones y sus campañas. Pensar en las mil y una posibilidades que existen solamente aumentará tu estrés. Si bien si debes tener planes de acción ante distintos panoramas, es importante que te mantengas positivo. Energías positivas atraerán cosas buenas y si no crees en esas cosas místicas, entonces al menos ten por seguro que es mejor para tu mente y tu cuerpo solo concentrarte en lo positivo, garantizado.
2. Debes saber cuándo desconectarte del trabajo
Si trabajas todo el día, todos los días, tu cuerpo no recibirá descanso y jamás lograrás establecer un equilibrio en tu salud, tampoco un equilibrio emocional. Date un tiempo lejos de la computadora y del resto de tus aparatos electrónicos para darle espacio a otra actividad: pasar tiempo con tu familia en la sobremesa, ver una película, cocinar algo. Si no dejas a tu cerebro descansar, tus energías no se repondrán y no rendirás del mismo modo en el trabajo por más que estés al tanto 24/7.
3. Duerme
No todos funcionamos bien durmiendo ocho horas diarias, algunos necesitan más horas de sueño, otros necesitan menos. Encuentras cuáles son tus horas ideales (en mi caso, por ejemplo, si duermo más de 6 horas encuentro difícil concentrarme o no sentirme cansada el resto del día). Una vez que encuentres el tiempo que necesitas invertir durmiendo, crea una rutina de sueño. Apaga tus dispositivos mínimo 30 minutos antes, apégate a una rutina de belleza o lee un libro de temática tranquila. Acostumbra a tu cuerpo a dormir a sus horas mediante hábitos.
4. Respira
No importa si no eres un experto en meditación que haya aprendido a desarrollar “meditación en un minuto”, bastará con respirar profundo unas cuantas veces, darte el tiempo -segundos- para enseñarle a tu cerebro a dejar la mente en blanco durante mínimos intervalos de tiempo para que él también se tome un descanso. Cuando el estrés te gane, toma un momento y concéntrate solo en tus respiración, es un ejercicio que se debe perfeccionar día con día. Te sentirás mucho mejor cuando aprendas a enfocarte solo en el ritmo y la profundidad de tu respiración.
5. Piensa en una mejor versión de ti mismo
Siimon Reynolds de Forbes, recomienda que escribas en un papel el tipo de persona que deseas ser. No tus metas en la carrera, sino el ser humano al que aspiras convertirte. Considera que el ejercicio es inspirador y te deja muchas cosas claras respecto a ti mismo. Siempre debes recordar escribir que quieres ser el tipo de persona que se mantiene calmada ante situaciones de presión. Reynolds recomienda que cada mañana leas este papel y mantengas el pensamiento contigo durante el día.