México.- Muchas veces, al momento de iniciar un nuevo negocio, nos vemos en la necesidad de buscar alguien que invierta en nuestro proyecto para poder sacarlo adelante. No somos los únicos en el mundo que estamos buscando un inversionista y a veces hay varios startups fijándose en el mismo. Por un lado, está la opción del crowdfunding, pero si deseas ir por el camino del inversionista tradicional, debes saber que hay ciertas características que te ayudarán a conquistarlo.
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La pasión es un ingrediente fundamental, pero se entiende que estás apasionado por tu propio proyecto, así que aunque debes llevar confianza y amor por lo que creaste, no es el único punto en el que te debes concentrar. El trabajo es duro, pero no imposible.
1. Estudia a la competencia
Seguramente el inversionista te preguntará qué tienes de diferente a los demás, ¿por qué habría de invertir contigo? ¿qué es lo que te destaca? Debes tener perfectamente estudiado este aspecto o de lo contrario, no generarás la confianza necesaria. Estudia tus respuestas y trata de evitar la palabra “único”, no uses adjetivos a diestra y siniestra, concéntrate en hechos y estudios.
2. Sé confiado, pero no ególatra
Sabemos que amas tu idea, y que crees que es lo mejor. Lo cierto es que aunque hay que llevar una dosis bastante poderosa de confianza, lo mejor es que no caigas en el error de ir demasiado confiado al punto en que resultes soberbio. Mejor, crea una buena historia y asegúrate de decirlo, sí con confianza, pero con moderación.
3. No pretendas ser algo que no eres.
Vístete bien, pero sin pretender ser otra persona. Si te hacen preguntas no te saques las respuestas de la manga, debes ser honesto. Honesto con tu personalidad, con tus aspiraciones, con tu forma de actuar.
4. Crea una historia agradable y rápida
Haz un guión sobre tu empresa, pero ese guión no debe ser largo. Sé conciso pero entretenido, ensaya varias veces frente al espejo y cuéntasela a alguien más para asegurarte de que se entienda.
5. El cierre es lo que cuenta.
Pudiste haber hecho un gran trabajo durante toda la presentación pero será el cierre lo que se les quede más en la cabeza. Asegúrate de hacerlo bien, con frases precisas, algo que recuerden durante mucho rato después de la presentación, que los haga reflexionar y termine por convencerlos. Puedes dar highlights de los puntos más importantes pero sin ser repetitivo, solo empujando puntos críticos que dejen huella.