Internacional.- En el mundo de las relaciones públicas, las emociones juegan un papel preponderante, muchas veces se nos olvida que estamos trabajando con seres humanos y no sólo con el representante de una marca, empresa, artista, deportista, club, etc. Todos los que participamos en este tipo de relaciones tenemos emociones, que bien manejadas pueden ser una excelente estrategia para conseguir lo deseado.
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Pertenecientes a un ámbito profesional en el que las RP influyen en la toma de decisiones y en los cambios de comportamiento de los individuos las emociones son básicas, estudios científicos han demostrado que, cuando estos públicos están saturados de información, resulta más difícil que reaccionen a argumentaciones racionales y que, en cambio, sí lo hacen frente a mensajes y estímulos que les afecten y despierten su imaginación, reaccionaran de forma más eficiente.
Es por ello que el componente emocional de la estrategia persuasiva se convierte, en un aspecto a no menospreciar a la hora de planificar programas y acciones de comunicación y RP, de acuerdo a Elisenda Estanyol i Casals, Profesora de Publicidad y Relaciones Públicas de la UOC.
La comunicación basada en lo emocional aplicada al marketing y la publicidad y por ende a las RP ya ha sido abordada por distintos autores como Bagozzi et al en 1999; Zeitlin y Westwood en 1986; Patti y Moriarty en 1990, por mencionar algunos.
Ferreras, A. P. en su libro “Psicología Básica: introducción al estudio de la conducta humana”, insiste en no olvidar la influencia de lo que se conoce como tríada cerebral o cerebro triuno. Cuando lo que se pretende con las RP es lograr un objetivo afectivo, es decir, crear un estado de opinión favorable o una actitud de confianza hacia la organización, un cambio en la actitud será fruto de una combinación de múltiples factores como la percepción sensorial, el potencial cognitivo, las emociones, las elaboraciones sentimentales-afectivas, la imaginación y los patronos biológicos y culturales adquiridos.
Como profesionales de las RP no hay que olvidarse de la psicología cognitiva, ésta destaca que las emociones influyen en las conductas, pero que a la vez las mismas conductas provocan emociones (Chóliz, M., 2005, “Psicología de la emoción: el proceso emocional”).
Así que, al momento de querer tomar presencia frente a otro y convencerlo de participar en cierto acuerdo o negociación recuerda apelar a sus emociones, identificar los deseos, las aspiraciones y los anhelos de los públicos a los que quisieras llegar. Resultará esencial si lo que se busca es conseguir objetivos afectivos, objetivos conativos y engagemen.