Internacional.- En Latinoamérica, el uso del automóvil está siendo suplantado por la tendencia del transporte público, en especial porque en cada zona geográfica, se han hecho esfuerzos considerables para animar a la gente a usar un tipo de transporte alternativo, y la gente lo está adoptando muy bien. Esto a raíz del aumento de acceso a automóviles que han tenido los consumidores, que inevitablemente ha desembocado en un tráfico imposible de controlar.

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De enero a septiembre del 2013, según la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz, los mexicanos compraron 755.315 carros y camionetas, un récord desde el 2008, sin embargo esto contribuyó al congestionamiento y a la contaminación y por ende, a que se buscara un medio de transporte alternativo. Otra de las razones por las que la gente está dejando los automóviles, es porque los dispositivos móviles han suplantado y arreglado el asunto de la movilidad. Según Trendwatching, “ahora que el espacio en línea permite a los consumidores reunirse para hallar soluciones de desplazamientos eficaces, cómodas y compartidas, el vínculo tradicional entre libertad e independencia se ha roto (…) lo que ha dado pie a la aparición de soluciones de transporte como la bicicleta compartida o sistemas de transporte público inteligente.”

Los programas como el del uso de la Ecobici en la ciudad de México, han tenido bastante éxito entre los consumidores. Los gobiernos de distintos países de Latinoamérica están invirtiendo en nuevos sistemas de transporte público y bicicletas compartidas como estas. Acorde a Trendwatching, entre diciembre del 2012 y agosto del 2013, el número de usuarios de Ecobici, aumentó un 61 por ciento.

En Colombia existe la PAZicleta, que nació en septiembre del 2013. Las personas que la adquieren reciben clases sobre seguridad vial dirigidas a ciclistas y se les pide que siempre mantengan actitud pacífica, y que vayan transmitiendo sus conocimientos a otros ciclistas.

En enero de este año, en Brasil, los creativos de Señores hicieron Bike da firma, que promueve el uso de las bicicletas entre sus empleados. Por cada 100 km recorridos en las bicis de la empresa, el empleado recibe una recompensa sorpresa.

La idea es que las marcas comiencen a pensar en cómo adaptarse a las necesidades que surgen a partir del transporte público, y en que maneras creativas pueden entrar a este mercado, el que se desplaza colectivamente. De igual forma, involucrarse con una de estas iniciativas, dará buena imagen a tu marca o tu empresa, pues harás público que estás consciente del problema que implica el tráfico, la contaminación y la ira que se desarrolla a partir de eso en los ciudadanos.