Santiago, Chile.- Y comienza la espera del año nuevo…celebrando la noche vieja junto al Doodle de Google. Mientras las imágenes bailan al ritmo de la música, en un ambiente de discoteque, el número 4 está a punto de ingresar al baile.
Nada especial, sólo el detalle que tiene constantemente el buscador para introducirse en nuestro mundo, el que nos obliga a comentarlo, casi sin querer y nos da una buena lección de marketing. Sí, porque así se construye una marca, con los pequeños grandes detalles que finalmente hacen que nos identifiquemos con ella, por su presencia constante, esa presencia que no siempre percibimos porque ya es costumbre y como lo es, forma parte de nuestro cotidiano. ¿Qué mejor?
Además, nada está librado al azar. Basta analizar el diseño, el color, la ‘O’ convertida en una bola de colores brillantes, los altavoces. Todo tiene sentido. Asimismo, el enlace lleva a una página de búsqueda relativa a las Noche Vieja del año.
La de los ‘doodles’ es una campaña de mantención constante, simple, poco invasiva y muy efectiva.