Por Germán Rivera
Twitter: @GerRiveraG
El poder legislativo ya aprobó diversas modificaciones en materia fiscal para estar vigentes a partir del 1 de enero de 2014. Dichas modificaciones impactarán de manera severa tanto el bolsillo de personas físicas como el de personas morales, desincentivan la inversión extranjera y proyecta un mayor endeudamiento público del Gobierno Federal.
A continuación mencionaré los puntos más importantes que debemos tomar en cuenta para hacer nuestra planeación del ejercicio 2014 y evitar sorpresas que modifiquen sustancialmente los estados financieros de nuestras compañías:
1. Datos macroeconómicos
En realidad no hay grandes cambios en las principales variables macroeconómicas, pues se espera un crecimiento del PIB de 3.9%, la inflación estimada es del 3% más menos un punto porcentual, la tasa de interés promedio de CETES a 28 días es del 4.1%, se ajusta el precio del barril de petróleo crudo a 85.00 USD, el tipo de cambio promedio estimado es de 12.90 pesos por dólar y tendremos un déficit público del 1.4%.
2. Se eliminan dos impuestos IETU e IDE
El sector empresarial al principio celebraba que se eliminaran tanto el Impuesto Empresarial a Tasa Unica (IETU) como el Impuesto a los Depósitos en Efectivo, pero al final consideran que hubiera sido mejor que se quedaran estos dos impuestos y que no les encajaran el colmillo al quitarles demasiadas deducciones.
3. Modificaciones en deducciones autorizadas para Personas Morales
Sin lugar a dudas el golpe más fuerte que le da el Gobierno Federal a las empresas y a los trabajadores es en las remuneraciones donde los ingresos eran exentos, llámese gastos de previsión social, fondo de ahorro, pagos por separación, aguinaldo y prima vacacional entre otros, pues ahora dichos ingresos exentos podrán ser deducibles en un 53% si los patrones no hacen modificaciones a las prestaciones, pero si disminuye alguna de éstas la deducción será de tan solo el 47%. Vale la pena señalar que algunos patrones están pensando seriamente en eliminar algunas de estas prestaciones, pues al no poder deducirlas al 100% se le incrementará la base gravable para el pago del Impuesto Sobre la Renta (ISR).
También a nuestros legisladores se les ocurrió la grandiosa idea de reducir el monto deducible por la compra de vehículos, pues ahora sólo el límite para deducir fiscalmente un automóvil es de $130,000 cuando hasta este año era de $170,000.
El consumo en restaurantes prácticamente es de risa, pues ahora sólo se podrá deducir el 8.75% del monto erogado, siempre y cuando el pago sea a través de medios electrónicos.