Por Juan Cárdenas
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La trascendencia del contenido en Internet es muy voluble, puede permanecer por años literalmente, viviendo momentos y lugares, volverse noticia, pasar inadvertida, seguir siendo viral incluso después de ser obsoleta, o hasta ser viral sin ser cierta.
Todo vale para bien y para mal, la decisión como en toda fuente de información es del receptor del mensaje.
Pero a veces cierto contenido es especial porque toca fibras sensibles como suele decirse. El día de ayer un video compartido en Youtube titulado “Salinas de Gortari es confrontado en Londres” generó muy pronto miles de vistas y fue en extremo compartido en redes sociales, llegando por supuesto a ser también mencionado en algunos medios de información.
Este video es ejemplo de esto. Se ve y escucha a una mujer, “ciudadana mexicana” según nos dice la descripción del video gritando, preguntando o acusando al ex presidente de ciertas cosas propias del vox populi. Lo digo así porque en varias de ellas así es.
Que su hermano estuvo preso por corrupción, es incorrecto, vamos, fue acusado, detenido y encarcelado por eso y por homicidio, luego liberado de los cargos de asesinato y sigue apelando el enriquecimiento ilícito (apenas este mes una juez se negó a continuar con el caso declarándose impedida). Claro la ciudadana no acusó, sino preguntó.
Igual lo hizo sobre si tiene redes con el narcotráfico, si robó millones de pesos a los mexicanos, si firmó el tratado de libre comercio (esto sí pasó, no hace falta que conteste, aunque de nuevo, en estricto él no firmó el documento); y que algunos lo odian y no es bienvenido ahí o en otra parte no se puede catalogar en cierto o falso, es un sentir, en el caso de esta persona muy sincero quedó claro.
Lo más importante de esto creo, es la lección en redes sociales. No tanto por el compartirlo, pues el video tiene todo lo necesario para esto, sino por los comentarios al respecto. La mayoría de los que he visto y espero ustedes puedan comentar cómo lo percibieron, lo divulgan como “lo que muchos quisiéramos hacer”, lo que “todos saben”, “una mujer muestra el valor que hace falta”, etc.
Es lógico pensar que quienes decidan compartir esto están de acuerdo ya sea en las preguntas y acusaciones, o en la confrontación de la ciudadana. Quienes no lo crean apropiado, o duden de esas mismas sentencias, no lo compartirán en sus muros ¿verdad? Lo cual hace tendencioso e inválido poder medirlo. Pero no lo hace menos viral ni valioso, pues el simple hecho de encarar a cualquier representante popular, democráticamente elegido ya sea en activo o retirado, no debería ser escandaloso. Debería pasar con naturalidad, incluso si quien encara se encuentra enojado y tiene demandas o acusaciones que hacer contra quien trabaja para él.
Esto es algo que todos nosotros vivimos constantemente, en cualquier momento nuestro jefe puede mandarnos llamar y platicar, exigir o quizá cuestionar (si tiene fundamentos) nuestras acciones profesionales. Eso es lo que pasó en ese video y nada más; nada escandaloso, algo que pasa todos los días en cualquier empresa y oficina, y debería pasar más a menudo en el ámbito político.
Finalmente cierro comentando que el decirle “es el más odiado de México” me parece lo más osado, pero no por valentía de su parte, sino porque al menos en mi caso dicha categoría es muy complicada, tan sólo en los que me ha tocado vivir, o incluso para hacerlo más concreto por los términos en los que me ha tocado votar, determinar quién es el más odiado… nada fácil y me reservo ese sentimiento por igual para varios de ellos.
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