México, DF.- PayPal y Cinépolis presentaron recientemente “Me lo Compras”, una opción por la cual todos los menores de 18 años o personas que no cuentan con una tarjeta bancaria, pueden pedir a sus papás o a un tercero que pague sus boletos de cine a través de PayPal de una forma rápida y segura. Aunque el comercio electrónico para niños está muy poco explotado, muchas empresas están apostando por darle el poder a los niños desde las plataformas digitales.
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“Me lo Compras” funciona de una manera muy sencilla:
- A través de la página de Cinépolis en Facebook, los niños o jóvenes pueden seleccionar el complejo y película de su preferencia, así como el horario y sus asientos dentro de la sala.
- Al momento del pago seleccionan “Me lo compras” e ingresan el correo electrónico del padre o madre que recibirá toda la información sobre la compra que intenta hacer su hijo o hija.
- Dentro del correo se hace clic en el botón de comprar, que lo dirige al sitio seguro de PayPal, donde realiza su pago de manera segura utilizando tarjeta de crédito (Visa, MasterCard o American Express) o débito (Bancomer, Banamex, Banorte, HSBC, y Santander).
- Una vez completado el pago, los padres reciben un correo de confirmación de PayPal y Cinépolis envía a su hijo o hija sus boletos de forma electrónica.
La alianza entre PayPal y Cinépolis brinda una nueva oportunidad para que jóvenes y menores de edad se acerquen al comercio electrónico con la supervisión de sus padres y éstos puedan pagar las actividades de entretenimiento de sus hijos de forma fácil y segura. Ambas empresas están enfocadas en ofrecer tecnología de punta e innovaciones que beneficien a los usuarios.
Esta tendencia de e-commerce para niños comienza a cobrar fuerza en todo el mundo. Así lo expone este video de NRF, al demostrar que los niños se están involucrando cada vez más con el comercio electrónico.
Algunos portales que se especializan en comercio electrónico para niños permiten que los pagos electrónicos se manejen con seguridad en pequeños incrementos, como hacen los consorcios de tarjetas de crédito. Los padres son capaces de limitar las adquisiciones de sus hijos, incluyendo lo que son capaces de comprar y cuánto se les permite gastar.
