México, DF.- En los últimos días, la polémica desatada por la propuesta de aumentar un peso por litro en las bebidas azucaradas, ha unido a las empresas refresqueras para rechazar este intento. El origen de este impuesto tiene su antecedente en Nueva York, cuando el alcalde Michael Bloomberg intentó establecer este tipo de gravamen con el fin de recaudar mayores impuestos y frenar el consumo excesivo; sin embargo, su propuesta fracasó.
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En un documento titulado “10 razones para rechazar el impuesto Bloomberg contra las bebidas azucaradas”, las compañías mexicanas se están uniendo. Firmado por seis organizaciones, entre ellas la Cámara Nacional de las Industrias Azucarera y Alcoholera y la Industria Refresquera Mexicana, este desplegado pone de manifiesto las posturas en contra del impuesto.
Los firmantes han culpado al alcalde de Nueva York por querer imponer acciones en territorio mexicano como las que pretendió instaurar en su alcaldía pero que se frenaron por razones constitucionales.
Los puntos más importantes que se rescatan de este texto son:
- Los firmantes aseguran que el pretendido gravamen es un impuesto recaudatorio que no resuelve el problema de obesidad y sólo disminuirá en 1% el consumo calórico entre la población.
- Los refrescos no son causantes de la obesidad sino los malos hábitos alimenticios y el sedentarismo.
Se espera que en los próximos días, más desplegados aparezcan en la prensa nacional al calor de la discusión de la reforma fiscal.