Por Israel Zepeda
Tras superarse a sí misma, el sector de la televisión de paga continúa su camino evolutivo dentro de las telecomunicaciones.
Tanto por su aumento en cantidad de abonados como en la calidad de los contenidos, nacionales e internacionales, la TV de paga se ve cada vez mejor. Por tercer año consecutivo, de acuerdo con Alejandro Puente, presidente de la Cámara Nacional de la Industria de las Telecomunicaciones por Cable (CANITEC), el crecimiento de la industria fue de 15 por ciento, ya que a finales del 2006 el número de suscriptores aumentó a aproximadamente cuatro millones de usuarios. De acuerdo con la investigación de Merca2.0, el porcentaje de la inversión de medios publicitarios correspondiente a la TV de paga fue de un 3.43 por ciento, lo cual se traduce en un total de 1,715 millones de pesos. “Sin duda, fue un excelente año para el mercado de las telecomunicaciones en México y la consolidación de la industria es uno de los signos distintivos”, declara Puente.
éste afirma que el mercado de las telecomunicaciones en el territorio nacional es uno de los más dinámicos, con crecimientos mayores al promedio de la economía, “por ejemplo, atestiguamos la compra de Avantel por Axtel, así como de grupos de cable medianos y pequeños por empresas grandes. La telefonía celular también creció sustancialmente, ahora cuenta con más de 50 millones de líneas”.
Federico Baumgartner, country manager de Latin America Advertising Counsil (LAMAC), declara que parte del aumento de suscriptores durante el año pasado se debió a que la TV de paga fungió como un refugio para los televidentes que deseaban mantenerse alejados de las campañas publicitarias de índole deportivo y político, las cuales saturaron las señales de los canales abiertos. Asimismo, detalla que el fin del duopolio de las grandes televisoras podría estar próximo debido a que la falta de calidad en los contenidos de la TV abierta orillan al televidente a buscar otras opciones de entretenimiento.
“Nuestros programas marcan una tendencia a nivel social. Las series son lanzadas primero en televisión de paga y un año después tienen éxito en la TV abierta. Por la falta de contenido, de creatividad e inversión que hay en la señal gratuita, éstas recurren a comprar programas que se transmitieron con anterioridad en la señal privada”, detalla Baumgartner.