Todos sabemos, o por lo menos hemos escuchado, a lo que se refiere la mercadotecnia social.
De acuerdo a Laura Fischer y Jorge Espejo, el concepto de mercadotecnia social no es una simple definición, sino una forma de pensar o una filosofía de dirección que repercute no solo en las actividades de la mercadotecnia, sino en todos los elementos o departamentos integrantes de la empresa.
Este tipo de mercadotecnia (idealmente) no tiene fines comerciales y siempre buscará beneficiar a un grupo social en momentos de alguna crisis o problemática que afecte a la sociedad misma.
Sin embargo, muchas personas, cuando se les menciona el término “mercadotecnia” o “publicidad” tienen la percepción de que estas actividades siempre tienen que ver con el lucro, con hacer negocio o en la búsqueda incesante de seguir ganando dinero cada vez más y más.
O que, inclusive, cuando una empresa usa la Mercadotecnia Social, lo está haciendo exclusivamente para que la gente “los vea bien” y que no tienen ningún compromiso con la sociedad y su entorno, y que el fin para el cual la usan es para que, a partir de esa opinión favorable, la gente compre sus productos.
Hace ya muchos años, yo recién “desempacado” para empezar a trabajar y apenas terminada mi carrera de licenciatura en publicidad, me topé con una persona que me hizo sentir, tan solo por unos minutos, que mi profesión no aportaba nada para la sociedad.
De acuerdo a su forma de pensar, nunca podía equiparar mi trabajo como publicista a la labor social que aportaba un médico. Me llegó tanto al orgullo propio y profesional, que aún recuerdo lo que me dijo después de muchos años que han pasado.
Por algunos momentos me hizo reflexionar sobre el asunto y llegué a pensar que efectivamente tenía razón. Sin embargo, también me di cuenta del valor que tenía mi profesión y todo lo que otros publicistas y mercadólogos han aportado en pro de la sociedad.
O sea, ella estaba equivocada. Probablemente, nunca le había tocado ver algunas de las excelentes ejecuciones que muchas mentes creativas han hecho para generar una conciencia social frente a tantos problemas con los que se enfrenta cualquier persona en el mundo.
Al decir que estaba en una equivocación, yo tampoco quiero caer en el mismo error de ese juicio, o sea, todas las profesiones pueden aportar mucho a cualquier sociedad. Abogados, doctores, arquitectos, comunicólogos, ingenieros, economistas, publicistas, mercadólogos…¡Todas!
Porque para saber si aportas algo beneficioso para la sociedad no radica en lo que estudies o en lo que trabajes, tiene que ver en que si eres buen ser humano o no.
Muchos ejemplos podemos encontrar, aquí algunos de ellos:
En 2013, Alemania se vio afectada por una inundación que solo se da cada 100 años. Para crear conciencia por todas las personas afectadas, la agencia alemana Heye creó una campaña ambiental en ciudades que no fueron afectadas. Echaron a perder carteles turísticos sugiriendo daños causados por la inundación. Las personas podían donar via SMS para recaudar fondos para las víctimas. “Vistas únicas junto al Donau”. “El agua se ha ido, pero los daños permanecen”
Otro más:
Ni aunque des miles de “likes” o “me gusta” ayuda. Mejor ayuda activamente.
O este, donde la agencia Dim&Canzian, de Brasil, nos muestra que muchas familias brasileñas pierden todo por causa de las inundaciones que ocurren anualmente e invitan a que la gente done a “Viva Rio”, una ONG que trabaja para ayudar a la gente que ha perdido todo lo que tiene.
¿No les suenan estos ejemplos y el problema que atacan? Yo estoy seguro que sí. Así que los invito a que se acerquen al centro de acopio más cercano y ayuden con su aportación de alimentos, productos de higiene personal y de limpieza a todos los damnificados por las inundaciones de estos últimos días que han ocurrido en diversas partes de México.
A demostrar que más allá de lo que hacemos en nuestra vida profesional, todos podemos ser buenos seres humanos.
