Por: Juan Cárdenas
Twitter: @Desautomatas
Hace un par de meses asistí a una boda, en pleno verano y en el puerto de Veracruz y, para acompañar mi traje de lino, usé unos zapatos rojos. Si lo menciono es porque fueron mencionados y señalados; de hecho criticados.
Mi intención nunca fue alarmar a algún invitado ni mucho menos, ni siquiera llamar su atención, por el contrario, vestir unos zapatos que llamaron mi atención, en mi perspectiva fueron originales y diferentes y me sentí bien con ellos.
El juicio exterior que sobre nosotros se tenga, cambia de individuo a individuo, y cada uno sabremos qué tanto nos importa la opinión de otros, o quiénes. Pero de todas formas, la primera será la suya y ustedes decidirán qué colores visten, así como cuáles rompen y con qué estándares.
Sin embargo, como diría Color Marketing Group: “El color vende y el color correcto vende mejor”, no puedo negar que un cambio en lo “usual” destaca, a simple vista al menos. Y usarlo tendrá repercusiones. Si mañana abren Facebook y se ve así, piensen en todas las reacciones que vendrían.
Cuando algo se es presentado de una forma diferente a la usual, o peor, a la que damos por sentado, la miramos de inmediato. Después viene el juicio y reacción, pero la distinción está hecha.
Ahora los juicios llueven sobre el nuevo iPhone 5c, buenos y malos, y por muchas razones, pero una de ellas es el cambio en los colores. Esto no es nada nuevo en telefonía móvil (incluso Nokia como todos vimos, supo aprovechar este cambio muy bien), pero tampoco es algo escandaloso para Apple, quien ya antes lo había hecho, por ejemplo con sus computadoras iMac desde la década de los 90. Luego con el color negro en el iPod, etcétera. Pero en un producto que es quizá el de mayor atención en la actualidad, es difícil dejarlo pasar. Aunque claro, ellos no pretendían esto, al contrario. E incluso bromas “exitosas” como la de Nokia en realidad les beneficia, pues logran una vez llamar la atención de todos.
Lo que debemos tener presente no es el cambio de color, pues, de hecho siempre lo tenemos presente; ni los juicios que se produzcan, pues esos siempre esperamos sucedan y sean en nuestro beneficio. No, lo que debemos tener presente es que se cumplan los objetivos a largo plazo planteados.
En lo personal creo que Apple ha acertado nuevamente ofreciendo un producto simplemente más económico, lo cual también se puede traducir como más barato (ello puede sonar bien o mal). En vez de preguntarnos eso estamos juzgando su paleta de colores. Éxito nuevamente, no se trata de si es el mejor teléfono o no del mercado, eso hace rato dejó de ser la competencia, sino quien llama la atención de quién y quién sigue vendiendo. Quién sigue siendo el punto de referencia.
El color es de mucha importancia y no debe ser pasado por alto ni subestimado, muchos juicios raciales o sociales son hechos a partir del color, el ver algo o alguien diferente, puede ser bueno o malo, se le puede adjudicar fácilmente valores a un color que no son intrínsecamente correctos, pero se quedan en la mente del consumidor, de la persona. No señalemos un color, sólo por el hecho de ser uno color diferente al que estamos acostumbrados; pero caigamos en el error de olvidar al color tampoco.
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