Hace unas semanas, asistí a un curso de Inteligencia Artificial del MKT Clan impartido por un gran amigo, Héctor López. Al final, uno de los asistentes le preguntó qué es lo peor que podría pasar con la inteligencia artificial. Héctor nos mostró este video, que me dejó pensando y con un poco de miedo. ¿Qué sería lo peor que nos podría pasar en la industria, sobre todo a las agencias o a las empresas proveedoras de marketing?
En un mundo donde la tecnología avanza a pasos agigantados y la inteligencia artificial (IA) se convierte en una herramienta omnipresente, las agencias de publicidad y proveedores de marketing enfrentamos un futuro incierto, que podría llevarnos al borde de la obsolescencia. ¿O no? Te dejo algunos escenarios pesimistas:
- Automatización total. Con su capacidad para analizar información en corto tiempo, la IA podría identificar tendencias y predecir los comportamientos de los consumidores para generar campañas adaptadas a cada individuo en tiempo real y sin necesidad de intervención humana.
- Emociones artificialmente generadas. Las emociones son el núcleo de las campañas publicitarias y la IA podría ser entrenada para entenderlas, por lo que podría crear contenido que conecte emocionalmente con los consumidores de manera más efectiva.
- Reducción de costos. Las empresas podrían optar por soluciones basadas en IA debido a la eficiencia en costos. Mantener un equipo humano de marketing y uno o varios proveedores implica salarios, beneficios y otros gastos. Una vez implementada, una solución de IA podría funcionar a una fracción del costo.
- Desinterés en la profesión. Con la percepción de que la IA podría tomar el control de la industria, las nuevas generaciones podrían perder interés en carreras relacionadas con el marketing y la publicidad, llevando a una falta de innovación y frescura humana en el sector.
- Despersonalización del marketing. Sí, la IA puede personalizar anuncios. Sin embargo, los consumidores podrían sentirse saturados si todo es demasiado “perfecto” y “calculado”, y anhelar la imperfección y autenticidad de las campañas creadas por humanos.
¿Desaparición o evolución?
Si bien estos escenarios pintan un futuro sombrío para las agencias de publicidad y proveedores de marketing, no necesariamente apuntan a nuestra desaparición total. Podríamos estar presenciando una evolución en el sector: las agencias que logren integrar la IA en su trabajo sin perder el toque humano prosperarán en este nuevo paisaje. Entonces, ¿qué debemos hacer para adaptarnos?
- Cambio de paradigma. Los usuarios se están volviendo cada vez más indiferentes a los anuncios publicitarios tradicionales, por lo que las agencias deben pensar qué quieren que las personas sientan al interactuar con las marcas de sus clientes. La publicidad ya no va sobre los productos, sino sobre las emociones de las personas.
- Desafío de la personalización. El crecimiento de la publicidad digital ha facilitado que los anuncios lleguen a quienes deben llegar. Sin embargo, las agencias siguen manejándose igual que antes, lo que disminuye el interés de las nuevas generaciones por formar parte de ellas. Además dificulta la retención de clientes, cuya valentía para lanzar campañas inteligentes o retadoras es cada vez menos común.
- Digitalización. Las agencias de publicidad deben comprender la importancia de digitalizarse. El uso de correos electrónicos para la comunicación y hojas de cálculo para manejar el flujo de trabajo debe quedar atrás; cuesta mucho más que la licencia de un sistema adecuado para la gestión de la agencia.
- Competencia intensa. La competencia es más intensa que nunca: consultoras, agencias digitales, las propias empresas tecnológicas… El talento creativo está migrando a todos estos negocios, dejando las agencias que se niegan a ser más flexibles y eficientes, lo que reduce sus posibilidades de supervivencia.
- Adaptación tecnológica. La tecnología, la ciencia de datos, la IA, la realidad aumentada y la realidad virtual se integrarán en los procesos de marketing de medianas y grandes empresas. Las agencias tendrán que convertirse en equipos de innovación para complementar el proceso creativo con estas herramientas.
Como director de agencia, sé que es crucial invertir en tecnología y formación para mantenernos al día con las últimas tendencias y herramientas, además de centrarnos en la personalización y creación de experiencias emocionales para los consumidores. También tenemos que ser flexibles y estar dispuestos a cambiar nuestra forma de trabajar para continuar siendo relevantes y competitivos.
Siempre habrá aspectos de la creatividad y la estrategia que una máquina no podrá replicar por completo (o eso espero). Sin embargo, debemos reconocer estos desafíos y comenzar a adaptarnos ahora. Ignorar las señales puede llevarnos a luchar por la supervivencia en una década o incluso menos. La colaboración entre humanos y máquinas podría ser la clave para un futuro próspero en el mundo del marketing y la publicidad.
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Arturo Ortiz, CEO Birth Group