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Todas y todos tenemos derecho a estudiar sin importar el lugar donde nacimos.
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Niñas, niños y adolescentes tienen derecho a estudiar sin importar su lugar de origen.
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Niñas, niños y adolescentes en situación de movilidad se encuentran en riesgo de perder su derecho a la educación.
El crimen organizado, la pobreza, el trabajo infantil, los efectos del cambio climático, la trata de personas y los distintos tipos de violencia, son las principales causas que obligan a que niñas, niños, adolescentes y sus familias huyan de su lugar de origen, y a consecuencia de esto su educación se vea limitada.
Actualmente, en América Latina y el Caribe, las cifras estiman que 7,9 millones de niñas, niños y adolescentes se encuentran en situación de movilidad, es decir, que han cruzado fronteras con el sueño de tener una mejorar calidad de vida. Sin embargo, al hacerlo han afectado a algunas áreas de sus vidas como lo es la educación.
Ante esta problemática, las organizaciones miembros del Grupo Regional de Educación América Latina y el Caribe[2], conformado por Save the Children, UNICEF, UNESCO, Plan Internacional y otras entidades, lanzamos la campaña “Educación sin límites: aprendo aquí o allá”, con la cual buscamos visibilizar la crisis educativa que vive la niñez y la adolescencia en situación de movilidad, promover el acceso y permanencia educativa como un derecho humano y dar a conocer los beneficios e impacto positivo que aporta a una sociedad el derecho a la educación.
Además, preparamos materiales e información orientada en ayudar a que niños, niñas, adolescentes y sus familias, conozcan los recursos, mecanismos y protocolos disponibles para dar continuidad a sus procesos de formación educativa, para que así puedan tener un mejor futuro y una vida digna.
Por otro lado, también nos propusimos en brindar información al personal educativo para que conozcan cuáles son las rutas principales para incorporar a la niñez en movilidad a los sistemas educativos y, de igual modo, brindarles las herramientas necesarias para hacer de las escuelas lugares y espacios seguros, en donde las niñas, niños y adolescentes se sientan protegidos.
La campaña también busca abrir una conversación con el sector público, mediante la sensibilización a los gobiernos, tomadores de decisiones y público en general sobre las causas que provocan que las niñas y niños no tengan acceso a la escuela y no cuenten con información confiable sobre el derecho a la educación. Es necesario reconocer que los Estados son los principales actores que deben generar que se facilite este acceso.
El desarrollo social, emocional y de educación de las niñas, niños y adolescentes en situaciones de movilidad no tiene fronteras, y dar prioridad a una educación sin límites permitirá el bienestar de las infancias y adolescencias en el mundo. Es responsabilidad de todas y de todos asegurarles un mejor futuro que les permita tener mejores oportunidades.