Todos los empresarios tienen mil y una historias que han vivido a lo largo de los años codo con codo con su empresa, son uno mismo; pero en algún momento deben dejarla ir.
Great Leaders are not the best at “everything”. They find other leaders who are great at ONE thing and put them together on the same team. When hiring an outstanding new leader remember Steve Jobs classic advice: “You hire smart people to tell you what to do, you don’t hire them so you can tell them what to do.” Jim Sullivan´s 10 Laws of Leadership.
Los grandes líderes no son los mejores en todo. Nuestra labor es encontrar líderes que sean excelentes en una cosa y ponerlos a jugar juntos en un solo equipo. Cuando contrates y motives nuevos lideres recuerda el consejo de Steve Jobs “Contrata personas inteligentes para que te digan que hay que hacer, no para que tu les digas que es lo que tienen que hacer”
“El ojo del amo engorda el caballo” reza el refrán popular el cual afirma que el propietario de un bien o el encargado de un negocio debe estar super al pendiente de este, si quiere que funcione bien. O como decía un cliente hace muchos años, si quieres que las cosas se hagan bien las tienes que hacer tú mismo. El refrán nos aconseja cuidar de lo propio, en lugar de encomendar nuestros bienes o negocios al cuidado de manos ajenas, que no serán tan celosas y diligentes como las nuestras. Implícitamente, alude también a la idea de que los trabajadores tienden a esforzarse menos cuando no está el ojo del patrón para vigilarlos o como menciona otra máxima popular, cuando el gato no esta los ratones hacen fiesta; tengo mis dudas al respecto de todos estos dichos populares los cuales están sujetos a interpretación y al tiempo.
Sin embargo, me parece que los tiempos han cambiado al tiempo que cambian las generaciones y los mercados. Hoy en día los cambios son más rápidos y la competencia cada vez mayor, además de que el cliente ha modificado substancialmente la manera en que compra, quedarse atrás de la caja con una sola tienda no parece ser buena idea. El dueño de una tienda se ha visto obligado a convertirse en empresario, en operador multiunidades y eventualmente en licenciador de su marca y eso conlleva el cambio total en la manera de administrar su negocio, en su visón de la vida y en la adquisición de nuevas y diferentes habilidades, es decir un cambio total de paradigma. La presencia de una generación familiar que no está dispuesta a segur los pasos y la forma de vida que sus abuelos heredaron a sus padres nos lleva a pensar en ¿cuál será el destino de la empresa cuando ya no estemos?, y eventualmente en la posibilidad -nunca pensada- de dejarla en manos de terceros no familiares.
Todos los empresarios exitosos tienen mil y una historias de éxito y porque no, una que otra de terror, han vivido a lo largo de los años codo con codo con su empresa, han pasado años juntos, han hecho infinidad de sacrificios para estar juntos y han compartido los mejores años de su vida juntos, son confidentes uno del otro; pero en algún momento deben dejarla ir, la empresa no es tu hijo, la empresa no es tu dueño; la empresa es un medio que brinda satisfactores a ti, a tu familia, a los colaboradores y que debería tener un papel fundamental en la sociedad que es el de preservar los empleos de todos los que en ella colaboran. Es un negocio, no un autoempleo, y como todos los planes de negocio tiene un principio y un fin. La empresa esta para darnos felicidad y para disfrutar de las mieles que produce no para arrebatarnos el tiempo y la salud. Los dueños deben convertirse en verdaderos empresarios que vivan de su empresa y no por y para ella, convertirse en lideres generadores de lideres capaces de dejar su protagonismo y su manera dictatorial de dirigir e institucionalizar su empresa para que trascienda y persista, para que genere bienestar a su familia y a su comunidad, y genere felicidad.
Julio C. Morales, presidente de la franquicia Crepelandia en entrevista para el programa La Fórmula de la Franquicia menciona que él siempre fue el hijo de la mesa 8. Todo el tiempo su padre estaba en el restaurante, recuerda que su día era de la escuela al restaurante y viceversa, días festivos y cumpleaños los recuerda en el restaurante, caso de muchos de los hijos de colegas restauranteros con los que he tenido la oportunidad de platicar. Es por eso qué a través de los años ha desarrollado la franquicia con la visión de que el dueño no tenga que estar en la misma, haga negocio y crezca con varias unidades. Se encuentra en proceso de institucionalización, ha desarrollado una cadena de suministro, implementado sistemas y probado un método operativo que ayuda a sus franquiciatarios a administrar el negocio a larga distancia, eso sí, echándole ojo para que engorde, pero echando ojo en actividades de monitoreo, control y desarrollo de equipos de trabajo ganadores, no sufriendo el negocio atrás de la caja en el día a día.
Otra visión.
¿Sabías que el Coronel Sanders creador de la receta secreta de Kentucky Fried Chicken vendió su empresa por no tener las habilidades y los conocimientos necesarios para llevarla al siguiente nivel? Debido a que las habilidades de negocios no se le daban de manera natural y carecía de un obvio o dispuesto heredero entre sus familiares, Sanders decidió que era momento de retirarse de la empresa que ya contaba con 600 unidades y solamente con 18 personas en el corporativo, lo cual había sobrepasado a quienes en ella trabajaban. Finalmente vendió KFC a un grupo de inversores. Bajo la propiedad de los compradores, la cadena rápidamente comenzó a expandirse a nivel internacional. El grupo adquirió la compañía en enero de 1964 (un año después de que kfc inaugurara su primer restaurante en monterrey, México) por $2 millones de dólares. El contrato incluía un salario de por vida para Sanders y el acuerdo de que el sería el encargado del control de calidad de la compañía y la marca. La compañía se hizo pública en 1966. En julio de 1971, la compañía fue vendida a Heublein, ya contaban con 3500 restaurantes, por $285 millones de dólares. Hoy es la cadena de restaurantes de pollo más conocida del mundo y cuenta con más de 25.000 restaurantes distribuidos por 145 países alrededor del mundo y es propiedad de YUM Brands. El coronel hasta los 90 años continuó siendo el omnipresente personaje de una de las más poderosas empresas de fast food de la historia.
Otra historia de institucionalización y venta es la de McDonald’s. En 1954 Ray Kroc conoció a los hermanos Richard y Maurice McDonald, propietarios de una hamburguesería en San Bernardino llamada McDonald’s. Kroc llegó a un acuerdo con los hermanos fundadores para la expansión nacional de McDonald’s a través de franquicias. Maurice y Richard prefirieron centrarse en su restaurante porque ya habían otorgado seis franquicias que no funcionaron, así que le cedieron la gestión en esa materia a cambio de regalías. En 1961, Kroc llegó a un acuerdo con los hermanos McDonald para hacerse con el control de McDonald’s por 2,7 millones de dólares en metálico y un 0,5% de los beneficios anuales. McDonald’s superó el millar de restaurantes en 1968, con presencia en todos los estados de los EE. UU. y planes de expansión internacional. Kroc se mantuvo al frente del negocio hasta 1974, y para entonces la hamburguesería se había convertido en la cadena de comida rápida más importante del mundo.
Si el coronel, un apasionado de la cocina; o los hermanos McDonald´s, unos apasionados de la operación, no hubieran vendido la compañía y cambiado su paradigma, seguramente el mundo no conocería estas dos empresas. Según el ranking Best Global Brands de Interbrand correspondiente al año 2022, McDonald’s ocupa el puesto número 11 entre las marcas más valiosas del mundo y según Forbes, McDonald´s es la cadena de comida rápida más valiosa del mundo con un valor de 81.162 millones de dólares (mdd) a quien siguen cadenas como Starbucks, Subway y KFC con un valor de 12.649 millones de dólares (mdd).
Menciona Salvador Zetter en su libro El Ocaso del hombre empresa: “Haber construido una empresa productiva, ponerla en manos de un equipo capaz y confiable que me da tiempo para mí, me da la posibilidad de compartir todo: mi felicidad, mi experiencia y mi bienestar. La empresa no es mi vida, y yo no soy de ella. Seguirá después de mi dirigida por quien quiera y pueda hacerlo, y seguirá proporcionando empleos y servicios por mucho tiempo, porque para eso deben servir las empresas; deben ser instituciones más allá del ego y del nombre de las personas para ser una fuente de bienestar, prosperidad y trabajo completamente insertadas a la comunidad.” Y es que la obligación del empresario debería ser que la empresa trascienda aun a costa y/o cuando el fundador ya no este. Debemos ser responsables y entender que no somos eternos y que muchas familias dependen de nuestra empresa y que debemos mantener esos empleos. La era del hombre – empresa ha terminado. ¿Esta tu empresa preparada para seguir adelante ante la eventualidad de una sucesión anticipada por fallecimiento?
No podemos pretender crecer con nuestro negocio a través del modelo de franquicia sin una estructura legal y fiscal que brinde certeza de permanencia a nuestros socios franquiciatarios en el largo plazo. Sería irresponsable invertir en una franquicia que no cuente con un gobierno corporativo y un consejo de administración que garantice que las decisiones no sean a capricho de un solo hombre y/o mujer. Según datos del Instituto Latinoamericano de la franquicia menos del 20% de las empresas que otorgan franquicias en Latinoamérica están o han iniciado y/o se encuentran en algún proceso de institucionalización, o cuentan con reglas claras de sucesión. La franquicia es una relación a largo plazo, el promedio de duración de un contrato de franquicia es aproximadamente de entre 8 a 10 años. ¿Te gustaría invertir en una franquicia en donde el día de mañana las decisiones las tomará el hijo con carrera de pintor, que vive en el extranjero y que nunca ha pisado la empresa?
Fundar una empresa es adquirir un compromiso que no es solo de su dueño consigo mismo, sino es un compromiso social.
Salvador Zetter.
El Ocaso del Hombre empresa.
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Jorge Valencia L.
Presidente del Instituto Latinoamericano de la Franquicia.
CEO Grupo Interfranquicias Latam.
