Santiago, Chile.- Usualmente hablamos de las emociones como fuente de atracción para nuestro público objetivo, pero al hacerlo casi siempre nos referimos a “la emoción” en singular, aquella que nos provoca una imagen de ternura o simplemente nos sensibiliza, en el buen sentido de la palabra. Sin embargo hay otras emociones que son utilizadas con excelentes resultados en publicidad. El terror es una de ellas.

El año pasado, una de las campañas chilenas de radio premiadas en varios festivales fue la de Ogilvy para Carabineros de Chile, en la que un supuesto uniformado le contaba a un niño  que sus padres habían sufrido un accidente. Luego se escuchaba una carcajada y la voz del locutor decía “Nunca esperarías una llamada de Carabineros así, ellos tampoco la esperan de ti”. Sin duda que la campaña fue fuerte, pero surgió efecto y las llamadas de bromistas disminuyeron.

Por estos días, dos comerciales utilizan el suspenso y terror respectivamente, como elemento principal. El primero es de AlmapBBDO para Volkwagen y genera una “sorpresa”, por decir lo menos, asociando en forma absolutamente no tradicional una de las bondades del nuevo modelo – un espejo que avisa al conductor cuando algo inesperado se acerca- con algo que puede darse en una situación cotidiana. Es otra manera de ver las cosas, claro está.

El segundo es  terrorífico y al igual que el comercial de carabineros, tiene el objetivo de remecer las consciencias de los bebedores por medio de una campaña que se llama “Piensa” y que impacta a quienes ingresan a un baño de un pub, recreando lo que podría ser un accidente de tránsito con un muerto. La verdad es que el video es realmente fuerte y para quienes experimentaron la situación, debe haber sido aún peor. Es una campaña de shock creada por Leo Burnett para Londres que finaliza con una pregunta tremenda, que no deja a nadie indiferente: “¿Qué impacto podría tener un trago (bebida alcohólica) en tu noche de salida?”

Terror y efectividad, parece ser una buena alianza.