Gracias a las redes sociales en estos últimos años, nos hemos enterado de asuntos, situaciones, escándalos, amores y desamores y muchos asuntos más, gracias a la velocidad de un “click”. Antes eran rumores; luego eran chismes; a veces salían publicadas notas en el periódico o revistas; y derivaban en “secretos a voces”.
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La tecnología de la información ayudó a acercarnos más. Y a enterarnos de cosas “de más”. Esos aspectos bochornosos alimentan el morbo e incluso muestran la mala educación de las “clases políticas” o el “jet set”.
Cuando alguien tuitea casos como #LadyProfeco, #GentlemanDeLasLomas o #LadySenadora, se vuelve chisme sustentado, pues trae un video, o una foto, o es un clip de audio.
Esta “arma de dos filos” es eso: alerta bien en casos de emergencia o desastres naturales; o llega a ser de mal gusto.
Nuestra comunicación global a través de un click es la tendencia, y va a seguir mucho tiempo. Así que cuidado con lo que tuiteas o publicas en el muro de Facebook, tal vez “El Gran Hermano” de Orwell te está leyendo o viendo y te conviertas en TT.