Y hago mención de que fue un comportamiento atípico pues ese era el momento en el que la mayoría de nosotros preparábamos los argumentos más contundentes que sumarizaran nuestros logros y ser considerados para futuras posiciones, formar parte de las plantillas de reemplazo y por supuesto, acceder a un pago más alto del incentivo de corto plazo y este colaborador parecía no tener interés en ello.

Profundizando en la conversación, él sentía que estaba presumiendo en lugar de destacando los logros obtenidos y que, por su educación, tenía una especie de bloqueo que lo hacía sentir incómodo al momento de hablar de sí mismo. Y analizando su respuesta, me parece que la falta de auto reconocimiento es un “virus” incrustado en el ADN de muchos de nosotros pues no siempre somos promotores de nuestro talento.

Es más fácil en los demás

Piense usted que cuando tenemos la necesidad de hacer referencia a lo mejor que hace otra persona, podemos rápidamente enlistar lo mejor de su “catálogo” pero cuando este resumen debe ser acerca de nosotros mismos, podemos identificar algunas barreras ocultas que, una vez haciéndolas visibles, pueden ser derrotadas y aquí te comparto algunas preguntas para facilitar ese proceso:

¿Cuánto tiempo te dedicas? – A lo largo del tiempo, he podido aprender que si tu desarrollo no es uno de los 3 proyectos más relevantes que tienes en el año, te estás “dejando” para más tarde. Una pieza muy importante de nuestra labor como responsables de equipos es su desarrollo, estar al tanto de su progreso, de maximizar su potencial y fungir como facilitadores en ese camino por encontrar mejores oportunidades pero suele ocurrir que no hacemos esa misma labor con nosotros.

Como si fuera una película, busca construir tu trailer, ese resumen que conjunta los puntos más relevantes de tu talento, de tus alcances y tus aspiraciones, conocido como elevator speech. Por otra parte, no te olvides de tener tu curriculum vitae actualizado porque cometemos el error de solamente echarle un vistazo cuando vamos a ir a una entrevista pero cada proyecto valioso o nueva posición debe estar oportunamente consignado.

¿Tienes un plan de desarrollo? Te invito a que investigues con el departamento de recursos humanos o quienes son responsables de gestionar el talento en tu organización y puedo anticipar que no en todas las organizaciones existe un esfuerzo estructurado para agendar conversaciones de desarrollo, pero aun en aquellas donde esto tiene raíces sólidas, el porcentaje de personas que pueden mostrar un plan de desarrollo, es muy bajo. Piensa desde la óptica de competitividad que, en la medida que tengas este documento listo, te permitirá distinguirte del promedio para poder lograr una manera de iniciar un diálogo que todos queremos y pocos procuramos: el del crecimiento planeado.

La poderosa trinidad – Una de las recomendaciones que más utilidad puede tener para tí es que identifiques a tres personajes clave para lograr tus propósitos de desarrollo sin que sea una fórmula mágica y son tres figuras que te llevarán al otro nivel:

El promotor: No hablo de tu jefe, sino de aquel gerente o director de la organización funcional a la que perteneces, ese que conoce tu trabajo porque es usuario de tus proyectos o su equipo ha colaborado contigo o porque ha tenido la oportunidad de atestiguar tu talento a través de alguna presentación de resultados.

El influenciador: Este es tu supervisor definitivamente y aunque parezca obvio, en mi andar corporativo me he dado cuenta que solemos dar por hecho que nuestros jefes conocen nuestras aspiraciones solo porque conocen de cerca nuestro trabajo y definitivamente no es lo mismo.

Aquí cobra gran relevancia entender que el corto plazo está plagado de los resultados que entreguemos en las tareas a nuestro cargo pero en el largo plazo es donde los planes de desarrollo se pueden ver con mayor claridad así que no esperes más y cita a tu jefe (a) para que le cuentes hasta dónde quieres llegar pero sobre todo, ten clara la lista de esas dos o tres cosas que necesitas de su parte.

El cazador: Siempre hay quien te está mirando aunque no te des cuenta. Si tienes claro a dónde vas, podrás saber quien es tu potencial contratante y ahí es donde tienes que poner tu energía. ¿Te imaginas si tu mentor es quien potencialmente pudiera ser tu próximo jefe? Y si no tienes un mentor, termina de leer este documento (recomiéndalo y compártelo) y busca quien podría potencializar tu talento a través de esta colaboración tan eficiente como la mentoría.

SEMBRANDO REFLEXIÓN

No es presunción, es la identificación de tus áreas fuertes.
No es “hacer la barba”, es acercarte a quienes por ignorancia o miedo nadie se acerca.
No es egocentrismo, es ponerle atención a quien te va a acompañar por siempre: tú mismo.

Y tú , ¿tienes y claro plan de desarrollo? Ah, si piensas que solo me dirijo a los que somos empleados, debo decir que aplica para cualquier persona independiente, dueño de negocio, emprendedor.

Cuídate, aquí nos vemos y nos leemos en mis redes @soyjuanbecerril