Mi padre, ingeniero topógrafo de profesión, trabajó para un organismo del gobierno del Estado de México y tiempo después, estableció su propia empresa. Ante el cuestionamiento para entender cuál de esas experiencias había sido la mejor, me respondió sin dudar que nada le dio más satisfacción que emprender, generar empleos y liderar cientos de proyectos a pesar de que no todas las épocas fueron brillantes económicamente.
Por otra parte, hablando respecto al desarrollo profesional con un director cuya responsabilidad era global en la transnacional donde laboré, me hizo saber que ser parte de una organización, trae consigo una serie de retos que están al nivel de cualquier emprendimiento, pues requiere un nivel de preparación continuo en distintas áreas y que desde su perspectiva, lograr convertirse en un ejecutivo internacional era un camino lleno de satisfacciones.
Me permito poner ante usted algunos puntos de comparación en lo referente a estos dos universos que sin duda van a generar un buen debate.
¿AGUINALDO? ¿QUÉ ES ESO?
En una conversación a inicios de diciembre del año pasado con mi amigo Lalo Durón, les comentaba que estaba por llegar el famoso aguinaldo y que con ello podían concretarse algunos planes familiares pendientes, a lo que él, siendo el fundador y director de BIG Innovation & Marketing Engineering me hacía el comentario en tono de broma acerca de que esa clase de prestaciones, no siempre están en el panorama de un emprendedor. Por supuesto que los generan para sus empleados pero la dinámica de ingresos cambia para sí mismos.
Por otra parte, el ingreso de un ejecutivo o empleado está etiquetado como “asegurado” casi como un sinónimo de que no hay esfuerzo diferencial para obtenerlo y ahí vale la pena hacer algunas precisiones. Colaboradores de equipos comerciales llegan a tener más del 50% sujeto a los resultados de las ventas, lo cual pone un alto nivel de estrés en la obtención del salario mensual, adicional a bonos de cumplimiento por metas anuales o semestrales y que por ende, configuran un ingreso con alta variabilidad.
Entonces, emprendedores y ejecutivos no son tan diferentes, ¿no lo cree?
DESARROLLO: ¿QUÉ FUTURO TENGO CUANDO EL DUEÑO ES EL DIRECTOR?
No es raro en la agricultura, por ejemplo, que los ranchos o empacadoras de verduras y frutas que van creciendo de manera ordenada, unan a sus filas a directivos que no son familiares del agricultor-fundador, justo para generar una gobernanza neutral para el beneficio de la naciente organización. De ahí que las oportunidades pueden surgir en ambos lugares.
Por otra parte, hay tantas ramificaciones en una empresa como oportunidades para un emprendedor en la consolidación y posterior expansión de un negocio y analizándolo con un lente neutral, ambas alternativas ofrecen la oportunidad de desafiarnos en pro de nuestro desarrollo.
Y seamos prácticos y evitemos dramatizar: tanto en una empresa propiedad de un solo dueño como las compañías que tienen un consejo de administración, sólo tienen un puesto de director general y pocas plazas en el equipo directivo, entonces esa preocupación de que nunca puedas ascender, es relativa.
Entonces, emprendedores y ejecutivos no son tan diferentes, ¿no lo cree?
LA SATISFACCIÓN NO ES COMPARABLE
Este es mi punto favorito pues en ambos lados de la moneda hay experiencias únicas ya que como emprendedor, tienes la posibilidad de generar empleos, cristalizar tus sueños, poner a prueba tus habilidades, consolidar tu marca personal, impactar en la comunidad donde se origina un nuevo negocio, y en otras palabras, lograr la autorrealización.
Cómo ejecutivo, aprender de una industria, generar un ambiente laboral apropiado, desarrollar a un equipo de trabajo, competir con decenas de capacitados ejecutivos, proponer proyectos y romper el status quo de una organización cuya agilidad puede no ser su principal atributo, también te puede conducir a la autorrealización.
Entonces, emprendedores y ejecutivos no son tan diferentes, ¿no lo cree?
SEMBRANDO REFLEXIÓN
Una de las cosas más interesantes en este par de alternativas laborales es que se puede crecer aprendiendo y se debe aprender creciendo.
Gracias a los emprendedores por su arrojo y audacia. Gracias a los ejecutivos por su visión y entrega.
Entonces, emprendedores y ejecutivos no son tan diferentes, ¿no lo cree?