Bajar el precio de venta de un producto siempre ha sido una estrategia de marketing eficaz para impulsar la demanda, de eso no hay duda.
Al bajar los precios de comercialización de sus productos, las empresas pueden hacer que sus artículos sean más asequibles para una gama más amplia de clientes, lo que genera más ingresos y facturación, dato clave para la salud de las compañías.
En los últimos años, el uso de esta estrategia se había vuelto más frecuente debido a la creciente competencia en varias industrias. De acuerdo con datos de HubSpot, en los Estados Unidos en 2021 el 60 por ciento de las empresas informaron que habían utilizado alguna estrategia de fijación de precios como estrategia para impulsar la demanda.
Un ejemplo fue Apple, en 2020, cuando el precio del iPhone SE fue reducido en 50 dólares con la idea de generar ventas en un conjunto de gente para el que los teléfonos de la marca de Cupertino eran imposibles de comprar.
Según Apple, esa estrategia de mercadotecnia resultó en un aumento en la demanda del iPhone SE del 33 por ciento en los segundos tres meses de ese año.
Algo similar hizo Amazon en 2018 con el precio de su membresía Prime para clientes de bajos ingresos. Y, en 2023, es lo que hizo Netflix con el precio de sus planes en algunos países.
El problema de esta clase de estrategias: no se puede sostener en el tiempo si los ingresos no alcanzan a cubrir los costos cuando la inflación golpea el valor de las materias primas.
Tesla y los precios bajos
La novedad en este sentido este martes 7 de marzo llega desde Tesla, compañía que decidió reducir el precio de venta de dos de sus modelos más costosos el Model S y el Model X.
Se trata de un nuevo recorte, que se suma a los que ya había aplicado el 2022, dice Wall Street Journal.
En efecto, Tesla redujo el precio básico de su sedán de lujo Model S de 94.900 a 89.900 dólares, lo que representa un recorte de aproximadamente el 5 por ciento.
También Tesla bajó el valor de venta de su utilitario deportivo Model X de 109.900 a 99.900 dólares, una disminución de alrededor del 9 por ciento.
Entre los dos modelos, conformaron en 2022 aproximadamente el 5 por ciento de la producción total de vehículos de Tesla.
A comienzos de 2023. Tesla había bajado el precio de sus dos autos más vendidos: el Model Y bajó un 20 por ciento y el Model 3, un 14 por ciento.
Hay varias razones confluentes para que Tesla lleve a cabo esta estrategia de bajar los precios. Por un lado, para presionar a su competencia a hacer lo mismo, reduciendo los márgenes de ganancias de sus rivales.
Por otro lado, para reimpulsar su propia demanda. Y, finalmente, para permitir que algunos compradores califiquen para un crédito fiscal de 7.500 dólares del gobierno de los Estados Unidos.
Tesla está presionando para mantenerse por delante de la competencia con planes para aumentar la producción hasta los 20 millones de vehículos anuales en 2030.
En 2022, produjo 1,3 millones.
La compañía dijo la semana pasada que planea abrir una nueva planta de producción de automóviles en México.
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