Las denuncias y el avance de casos en la justicia de los distintos países luego de informes de sobornos corporativos a funcionarios gubernamentales para ganar acuerdos comerciales son cada vez más comunes.
Las prácticas de soborno de empresas implican ofrecer a funcionarios gubernamentales, tanto a nivel local como nacional, dinero en efectivo y otros beneficios a cambio de lucrativos contratos y otros favores.
En el sector de las telecomunicaciones, lo que se busca es ganar contratos para el despliegue de redes de telefonía celular entregando beneficios a los funcionarios del gobierno de algunos de los países en los que las firmas planean tener presencia.
Los montos que se manejan son enormes. Según un informe de Transparency International, se estima que el “costo” global total del soborno en todo el mundo oscila entre 1 y 2 billones de dólares.
Aunque parezca extraño, lo cierto es que estas prácticas pueden conducir a una distorsión del mercado y a un aumento de los precios de los productos y servicios para los consumidores.
Ericsson y los sobornos millonarios que afectan la marca
La novedad de este viernes 3 de marzo llega desde los Estados Unidos y afecta a una compañía sueca, Ericsson. La firma pagará poco más de 200 millones de dólares en multas para finalizar procesos judiciales sobre soborno pagados por la compañía durante años.
La compañía de telecomunicaciones usó consultores externos para sobornar a funcionarios de gobiernos extranjeros y administrar fondos para sobornos extraoficiales.
Según publica CNBC, Ericsson accedió a abonar una multa de U$S 206 millones y se declaró culpable de violar las disposiciones antisoborno, dieron a conocer los fiscales estadounidenses.
Ericsson ya había abonado multas por U$S 520 millones en 2019 por una “campaña de corrupción que duró un año” y que involucró a funcionarios en China, Vietnam, Indonesia y Kuwait.
Al mismo tiempo, la empresa sueca debió pagar otros U$S 550 millones a la Comisión de Bolsa y Valores de los Estados Unidos.
Según la Justicia estadounidense, Ericsson utilizó consultores externos para pagar sobornos utilizando contratos falsos y facturas falsificadas con el objetivo de esconder para qué se usaban esos fondos.
Por ejemplo, en China, Ericsson pagó “decenas de millones de dólares” a agentes y consultores para comprar “cosas de valor”, entre los que había pasajes para viajes de placer y entretenimiento, a funcionarios de ese país.
Otro caso fue el de Yibuti, donde se comprobó que Ericsson pagó más de dos millones de dólares en sobornos a funcionarios gubernamentales de alto rango.
El director ejecutivo de Ericsson, Borje Ekholm, dijo por medio de un comunicado que con estas sanciones y los acuerdos de culpabilidad, “el asunto de las infracciones está resuelto”.
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