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La muerte de la cantante y actriz deja atrás un legado en la industria de recintos, con historias como el teatro FruFru.
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La actriz fue conocida por desempeñarse como política con cargos como senadora y diputada federal.
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En este caso se han establecido referentes muy importantes en la comunicación con el consumidor.
Irma Serrano fallece y su muerte se reportó este día en redes sociales, con todo tipo de publicaciones, en donde se hizo un repaso de su trayectoria, que se ha convertido en referente de lo importante que se ha vuelto la comunicación hoy en día.
La muerte de la actriz se convirtió en pauta de la historia en la industria de recintos que se han establecido en México y que han dado cuenta de lo importante que se vuelve la comunicación de marca, sobre todo en un instante en que se han establecido referentes de mercado cada vez más valiosos, donde los recintos son por si solos un referente cultural.
Adiós a una institución artística
Irma Serrano, una de las personalidades de mayor influencia en el mercado de entretenimiento mexicano, donde fue dueña de polémicos recintos como el Teatro Fru Fru, murió.
El hecho se reportó en redes sociales, donde se despidió a la famosa cantante, quien se convirtió en un referente del entretenimiento con una historia que ella misma confirmó, la llevó a tener una relación con el expresidente Gustavo Díaz Ordaz.
La muerte de la actriz y cantante se reportó a los 89 años de edad, con una trayectoria que incluye su paso por la música ranchera, además de una carrera en el cine consolidando una marca personal que la llevó a incursionar en la política de 1994 al dos mil, con cargos como senadora y diputada federal por el estado de Chiapas.
Toda esta extensa carrera se convirtió en antecedente para la actriz, que adquirió el rol de productora de cintas como Emanuele, Reclusorio para Señoritas y Carmen.
Esta longeva trayectoria de Serrano destacó elementos que al día de hoy han hecho del entretenimiento un segmento altamente demandado.
Como dueña del teatro Fru Fru, es importante anotar que a decir del diario La Crónica, se trata del primer recinto con electricidad en México, pero antes de llamarse Fru Fru llevó el nombre de Virginia Fábregas, también llevó el nombre de Teatro del Renacimiento y cuando Irma Serrano lo compra en 1973, llevó el nombre de Fru Fru, donde se exhibieron obras de temas polémicos en esa época, como la homosexualidad, la prostitución y los desnudos que mostraba.
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