A tres días del primer aniversario de la guerra entre Rusia y Ucrania mismo que el día de hoy recordamos con pesar, Joe Biden emprendió un viaje que se mantuvo en total secrecía al centro del conflicto (KIEV) con el firme propósito de decirle a Volodimir Zelenski (el presidente ucraniano) y al mundo, que no están solos en la defensa de la libertad y los postulados de la OTAN.
Narran que solo un pequeño grupo de asesores y agentes del servicio secreto supieron de las intenciones del presidente Biden quien ya había visto desfilar por aquellas coordenadas a varios líderes mundiales, entre ellos a Boris Johnson, y ahora, con esta fecha en el cronograma, no podía pasar un día más sin estar presente en Ucrania operando el más grande significado de comunicación política en el contexto geopolítico actual: el primer aniversario del conflicto.
Uno de los puntos logísticos de mayor riesgo, fue el dar aviso a Moscú tan solo unas horas antes del vuelo, anunciando que Biden estaría en suelo ucraniano para evitar conflictos mayores y ahorrarle un mal rato a la delegación americana al querer bombardear la capital ese día. Imaginen amigos de Merca2.0, lo que hoy estaría pasando al haber cometido un error de cálculo.
¿Cuáles son los elementos y rituales que acompañaron el mensaje de Biden en Ucrania?
El primer año de esta cruenta guerra que ha dejado cientos de civiles muertos. Es una fecha simbólica.
La muestra de fuerza del gobierno americano y el ejemplo a los miembros de la OTAN que su discurso no es solo eso, (palabras bien estructuradas de apoyo), sino apoyos concretos con armamento y recursos económicos por 500 millones de dólares.
El mensaje directo a Vladimir Putin de que sus deseos de conquistador no pueden crecer más y por sobre la razón y la ética gubernamental de efectuar una invasión desmedida y sin lógica justificación.
Por primera vez en la historia moderna, un presidente americano visita una zona de guerra.
El apoyo de Washington a Kiev continúa y se fortalece.
Biden propuso a Zelenski dentro del recorrido por calles de Kiev, ingresar a la catedral de San Miguel que se destaca por sus cúpulas doradas.
El viaje de Biden fue certificado por dos periodistas que tuvieron que dejar sus dispositivos electrónicos para mantener el sigilo del viaje. La comitiva americana que acudió fue muy reducida.
La visita fue vigilada por el radar aerotransportado E-3 Sentry y un avión electrónico RC-135W Rivet Joint.
El viaje es en sí mismo es sumamente comprometedor con la causa ucraniana, no solo por los riesgos tomados por Biden sino por el significado manifiesto: estamos contigo hasta el final.
El discurso de Biden en Kiev, es la línea expresada más dura frente a Putin quien reaccionó a esta visita anulando el tratado de desarme nuclear firmado con anterioridad.
La estrategia de la OTAN comandada por EEUU, es clara y decidida. Quien desee actuar por sobre la civilidad y los derechos humanos internacionales será sancionado y reprimido. Esperemos que impere la razón y no narremos nada aquí de lo que podamos arrepentirnos para siempre. Los tambores de guerra resuenan en el firmamento.
Nos encontraremos más adelante.
