La razón número uno parece simple: falta de alineación con el CEO. El desajuste que existe entre la autoridad de un CMO y las expectativas del CEO hace que sea difícil para cualquiera tener éxito en este puesto.
Según la última investigación de la firma de búsqueda de ejecutivos Spencer Stuart, la estancia promedio de un CMO en su puesto es de 40 meses promedio y sigue siendo el nivel más bajo entre la llamada C-Suite.
Pero esto no necesariamente se traduce en algo negativo, según Richard Sanderson, uno de los altos ejecutivos de la firma de cazatalentos. “Un mandato corto no es equivalente a un fracaso”, afirma y agrega: “hemos descubierto que muchos directores de mercadotecnia que dejaron sus trabajos entre el 2019 y 2021, migraron a una posición similar o incluso mejor”.
Está es una de las condiciones que ha provocado que tanto las empresas como los propios CMO revaloren sus relaciones. Por un lado, las organizaciones, a raíz de la llegada del trabajo remoto, han atestiguado como algunas posiciones no necesariamente requieren profesionales de tiempo completo. Por otro lado, los profesionales han experimentado una administración más eficiente de su tiempo y eso incluye la parte laboral, así como mayor atención a su vida personal.
Otra consideración es el tema financiero y la rentabilidad de las empresas. La inestabilidad económica del 2022 y el poco optimista panorama del 2023, ha provocado que grandes empresas hayan tenido que recurrir a recortar empleos, tales como Google, Amazon y Microsoft, así como considerar el costo de sus altos directivos.
Entre la C-Suite, la posición más riesgosa, es sin duda la del CMO, pues el resto de los directivos no están expuestos a que el crecimiento de la empresa dependa de su desempeño. El trabajo del CMO está muy arraigado en procesos comprobables. Este puesto requiere un experto que sepa cómo ayudar a una marca a ser más eficiente para atraer nuevos clientes potenciales y convertirlos en clientes leales. Pero también exige poder mostrar exactamente qué tipo de crecimiento se ha logrado.
Es por ello, que al ser una de las posiciones más cruciales en la empresa, los salarios de los CMO de tiempo completo suelen estar en los niveles superiores de seis cifras. Todo lo anterior suma para justificar porqué un CMO fraccional está siendo cada vez más una opción.
El CMO fraccional trabaja como ejecutivo a tiempo parcial y ayuda a una empresa a alcanzar sus objetivos estratégicos de marketing, crecimiento y rentabilidad. Un CMO fraccional se involucra en las operaciones diarias de la empresa y proporciona las mismas habilidades y experiencia que un CMO de tiempo completo por un costo menor. De acuerdo a las necesidades, se puede empezar por contratarlo por unas cuantas horas semanales y escalar a medida que el negocio crece.
El objetivo principal de los CMO fraccionales son las empresas que no pueden justificar el gasto de un CMO de tiempo completo o que no tiene sentido tenerlo, pero que necesitan un estratega de marketing experimentado. Este es un modelo que se presta para empresas que están pasando por ajustes presupuestales, empresas medianas e incluso startups.
Contratar a un buen ejecutivo de marketing requiere tiempo (y dinero). Mientras se consigue, no se puede dejar al equipo de marketing descobijado. En este caso contratar un CMO fraccional para continuar brindando liderazgo y conocimiento, puede ser una buena opción. ¿Quién quita? Y podría ser el modelo ideal.
El equipo de marketing es el primero en comunicarse con los clientes y posee conocimientos invaluables. Si no están apoyados con un líder sólido, muchas oportunidades se pueden perder y los resultados pueden verse afectados.
Una agencia de marketing no será suficiente si se necesita un estratega que supervise y brinde atención completa a su implementación. Un CMO fraccional se integrará directamente al equipo y coordinará sus esfuerzos teniendo en cuenta sus objetivos comerciales.
Si está dubitativo entre trabajar con un profesional independiente o una agencia y contratar un CMO de tiempo completo, un CMO fraccionado puede ser una opción que vale la pena considerar. Solo asegúrese de hacer una profunda valoración para determinar cuál es la alternativa adecuada para las condiciones de su empresa.