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El nuevo etiquetado encontró en el mercado un segmento de valor ante el consumidor.
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Hay un estudio de la OCDE donde se advierte de lo valioso que se ha vuelto el mercado de regular el mercado de emisión de carbono.
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La regulación de productos es parte de un fenómeno de mercado que habla de lo importante que es el consumo en la actualidad.
El nuevo etiquetado en productos dentro de la regulación mexicana ha llevado a que alertas en fondo negro den cuenta de la cantidad de ingredientes que en exceso, pueden ser nocivos en quien los consume.
Lo anterior obliga a pensar en qué es valioso para el consumidor sobre todo cuando se tiene que tomar una decisión de compra y la empresa tiene que hacer una decisión de inversión en producto, tal como lo demostró el estudio de la OCDE, en que un aplastante número de 47 empresas de un total de 61, dijo que el principal motivo para reducir emisiones de carbono fue la reducción en costos de energía; 33 para mejorar su imagen y 24 para someterse a la regulación en puerta.
Nuevo etiquetado negro
El etiquetado de productos afincó en México un interesante fenómeno de venta de productos, donde los que no contaran con los límites de ingredientes y calóricos recomendados por la Secretaría de Salud, debían ostentar dicho etiquetado.
Frente a este fenómeno vimos un interesante recurso por parte de las marcas y es que tuvieron dos adaptaciones. En una tenían que alertar en sus productos con etiquetas negras, del exceso de determinados ingredientes o contenido calórico, además de abstenerse de mostrar de mascotas de marca, ya que se argumentó, motivaba el consumo en menores de edad. Por el otro lado vimos nuevas presentaciones de productos, para que ante una menor cantidad de sus alimentos estos pudieran ostentar a la mascota.
Mientras esto ocurre en el mercado mexicano, hay un fenómeno que no podemos perder de vista fuera del país y es el que tiene que ver con la manera como están replicando el diseño de etiqueta negra usado en México, ahora para alertar de la huella de carbono que la marca en cuestión deja con tal de llevar su producto al mercado.
Este último es el caso de Oatly en Estados Unidos, ahora que ha puesto en práctica la alerta usada en Europa, donde da cuenta de cómo por sabor de sus diversos yogurt, tiene un impacto distinto. Por ejemplo, en el caso de la versión con fresas, este tiene un impacto de 1.9kg CO/kg, mientras que el de sabor a durazno tiene un impacto de 1.8 kg CO/kg y el de sabor natural un impacto de 1.7 kg CO/kg.
La medida de usar etiquetas de huella de carbono en los productos es una medida implementada en Europa por países como Reino Unido, que dieron cuenta de cómo las actividades económicas de los productos que venden tuvieron un impacto en el mercado, mientras que plataformas como Carbon Trust han hecho trabajo al respecto, siendo de las principales emisoras de este etiquetado, que en países como Francia es regulado por leyes como “Ley Grenelle 2”.
Estas acciones que estamos viendo en etiquetados de envasados, tanto para alertar de la composición de los alimentos que contienen y evitar problemas de salud mayores o para generar mayor participación de las empresas en acciones sustentables, marca un reto tremendo en la forma como se comunican las marcas en la actualidad, pues se siguen parámetros muy importantes de cómo las firmas logran trascender en el mercado.
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