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Grandes multimillonarios han tenido prohibido publicar contenidos en redes sociales, como ocurrió con Elon Musl.
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AdImpact midió el impacto que tiene la política en redes sociales, a partir de la inversión en publicidad que lleva a cabo en estos medios.
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Facebook e Instagram son de las redes sociales líderes en la industria.
Meta anunció que Donald Trump regresa a Facebook e Instagram y el anuncio ocurre en medio del proceso electoral que se avecina tanto en Estados Unidos como en México.
Esta acción no es gratuita, de hecho, parece ser un acierto para reconocer el valor que tienen los políticos en las redes sociales, cuando vemos estimados de AdImpact, donde se refiere que en 2022, año en que no se celebraron elecciones presidenciales en EU, Facebook y Google se llevaron una inversión en anuncios políticos de 388 millones de dólares.
“Se invirtieron casi 700 millones de dólares en publicidad política digital en los Estados Unidos entre el primero de enero y el primero de agosto de 2022. Del total, 388 millones de dólares se destinaron a campañas políticas en Google y Facebook, mientras que 309 millones de dólares estadounidenses se gastaron en publicidad conectada o televisión (CTV)”, explicó Statista al presentar el estudio.
De vuelta a las andadas
El expresidente Donald Trump regresa a Facebook e Instagram, tras dos años de tener prohibido publicar en estas plataformas, tras incitar el asalto a las instalaciones del Congreso de Estados Unidos.
Desde entonces, la prohibición a Trump a publicar en redes sociales y su desaparición de los medios tradicionales, debido a un acuerdo que concluyó ya no cubrir sus eventos, se convirtió en una fuerte polémica hasta hoy, que Meta decidió recibirlo de vuelta en sus dos principales redes sociales.
La decisión tomada por Mark Zuckerberg ocurre tras la serie de despidos masivos en Meta, luego de que la empresa no logró contener la volatilidad en la industria tecnológica a causa de la inflación.
Todo esto ha ocurrido mientras Donald Trump no se encontraba como usuario en dichas redes sociales, hasta que finalmente un directivo de la empresa de Zuckerberg se pronunció al respecto.
“Como regla general, no queremos entorpecer el debate abierto, público y democrático en las plataformas de Meta, especialmente en el contexto de elecciones en sociedades democráticas como Estados Unidos (…) El público debería poder escuchar lo que dicen sus políticos, lo bueno, lo malo y lo feo, para que puedan tomar decisiones informadas en las urnas”, explicó Nick Clegg, presidente de asuntos globales de Meta y replica en cierta medida la decisión inicial de Zuckerberg, de mantener los usuarios de Trump activos en sus redes sociales, hasta que tuvo que ceder a la presión de la agenda impuesta por los demócratas y retirar a Trump de sus sitios.
Estos casos nos dan cuenta de lo importante que se ha vuelto el mercado de redes sociales, para Clegg, “la suspensión fue una decisión extraordinaria tomada en circunstancias extraordinarias”.
“Ahora que ha transcurrido el período de tiempo de la suspensión, la pregunta no es si elegimos restablecer las cuentas del señor. Trump, sino si quedan circunstancias tan extraordinarias, que justifiquen extender la suspensión más allá del período original de dos años”, explicó.
Prohibir cuentas en redes sociales se ha vuelto un desafío para ciertas personalidades que se han dado a conocer en esta industria. Elon Musk, por ejemplo, llegó a tener prohibido publicar post en Twitter, porque ponía en jaque a la bolsa cuando lanzaba publicaciones no supervisadas. Finalmente compró dicha red social.