Las estrategias de pricing de un producto son un aspecto clave para definir las oportunidades que tendrá la marca en el mercado en el que se inserta, como su imagen frente a sus potenciales consumidores.
Hay muchas maneras de establecer una buena estrategia de pricing, pero todas se reducen a tres: precio de oferta, precio de lujo o “mid-price” (precio medio).
Cuando se trata del mercado minorista competitivo, uno de los mayores problemas de marketing que afectan a las marcas es el fenómeno conocido como “precio medio”.
Las mid-price son aquellas marcas de producto que no son ni económicas ni lujosas y, por lo tanto, a menudo su imagen se desvanece en la nebulosa del medio del mercado.
Pricing y la estrategia de los precios medios
Por definición, en la estrategia de pricing, las marcas de precio medio tienen más dificultades que las otras para definir su público y, en consecuencia, atraer a los clientes.
Es que las marcas baratas ofrecen precios de ganga y las marcas de lujo, prestigio y calidad.
Por el contrario, las marcas mid-price están “atrapadas” en el centro y no ofrecen ni el mejor valor ni la más alta calidad. Como resultado, luchan por encontrar un punto de apoyo en el mercado que es muy complicado hallar.
El problema se ve agravado por el hecho de que los compradores a menudo perciben a las marcas de precio medio como de menor calidad que las marcas de lujo. Pero incluso si la calidad es la misma, es más probable que los consumidores elijan una marca de lujo, creyendo que les brindará una mejor experiencia.
La clave del éxito para las marcas de precio medio es centrarse en sus ventajas únicas, algo que no suele ser fácil.
Pueden ofrecer productos de calidad sin el alto precio de las marcas de lujo y proporcionar una experiencia más personal que sus competidores low cost. Además, pueden aprovechar la tendencia de buscar precios “razonables”. Pero esta estrategia debe ser muy bien realizada por especialistas en marketing.
Los productos de precio medio se pueden encontrar en una amplia variedad de industrias. Por ejemplo, en el sector de la indumentaria, se consideran marcas mid-price a Banana Republic, Gap y Old Navy, que ofrecen ropa de calidad a precios asequibles.
Lo mismo ocurre con la electrónica, donde se dice que Samsung, Sony y LG ofrecen productos de buena calidad a precios razonables.
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