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El modelo de cobro de servicio en restaurantes ha operado por años en el país, siendo aceptada en la cultura popular.
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En México, el cobro de tarifas extra está prohibido, según la Procuraduría Federal del Consumidor.
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Voceros de internet son quienes alzan la voz exigiendo salarios dignos para erradicar la corrupción restaurantera.
En los últimos días, el tema sobre las propinas y el cobro de servicio en restaurantes ha sido traído a la conversación nuevamente. Recientemente, este tema cobró la vida de un comensal en un restaurante -hoy clausurado- de la Ciudad de México. Según lo que se ha informado sobre el tema, dos clientes habrían recibido un cobro injustificado por servicio obligatorio, -el cual es ilegal en el país- por lo que el cliente decidió reclamar. Una vez hecho esto, los meseros se enfurecieron y lo golpearon hasta que le quitaron la vida.
El tema, por supuesto, es escabroso y difícil de tratar, pues ya ha escalado a un punto sin retorno. Este atentado a los derechos humanos, sin embargo, podría ir más allá de un problema de cobro de tarifas obligatorio, respondiendo a todo un sistema cultural “institucionalizado”.
Consecuencias del modelo de cobro de servicio en restaurantes
Desde hace algún tiempo, usuarios y voceros de internet han identificado la existencia de un sistema de desventajas competitivas en el sector laboral para meseros, baristas y trabajadores de la industria en general. El cobro de una tarifa involuntaria responde en muchas de las ocasiones a un sistema de explotación laboral que permea en muchos de los casos debido a los bajos sueldos o a la alta explotación laboral.
Según lo dicho por la Procuraduría Federal del Consumidor (PROFECO), es posible realizar es una gratificación voluntaria, sin embargo, depende del comensal el otorgarla o no. En caso de que sea obligatorio dejarla, se puede levantar una denuncia ante la dependencia. Sin embargo, cultural e históricamente, México ha obedecido a un sistema de tratos deferenciales, algo que se hace evidente, por ejemplo, en el lenguaje, al hacer diferencia entre el “usted” y el “tú”, cuando otros países se utiliza sólo el “tú” o el “vos”. Con ello, la cultura del respeto excesivo impacta a todas las industrias en pequeños aspectos. En esta, lo hace a partir de la cultura de la propina.
A pesar de lo dicho por PROFECO, es casi un hecho que si le preguntas a un mexicano, “¿cuánta propina deberás dejar en un restaurante?” -sea obligatorio o no- responderán que entre el 10 y el 15 por ciento. Incluso, en las terminales de cobro de restaurantes, muchas veces ya está predeterminada la opción de cobro por tarifa voluntaria.
Voceros de internet y la explotación laboral
En los últimos años, voceros de Twitter y TikTok han puesto en evidencia este modelo del que muchos restauranteros forman parte. Algunos se aventuran a señalar que el sistema cultural de explotación es el que ha responsabilizado al consumidor moralmente de “completar la quincena” del personal del sector restaurantero, el cual según Indeed, arroja salarios “competitivos” desde los mil 500 hasta los 5 mil pesos (y en pocos casos, según la experiencia, hasta 10 mil pesos).
Esto podría reforzarse debido a que, en varias ofertas, se habla de una jornada laboral superior a las ocho horas, incluso algunas hablando de 12 horas o, directamente, de una “extensión de labores según ocasiones especiales”.
Cuando les digan “muertos de hambre” a meseros que les exigen propina (la cual no olvidemos, es voluntaria), recuerden que a ellos, sus patrones si les obligan a cobrarles a ustedes la misma
Quienes tienen mucha gula por el dinero son los patrones explotadores. NUNCA LO OLVIDEN
— Terror Restaurantes MX (@TerrorRestMX) January 10, 2023
Con ello, muchos han responsabilizado a los patrones que se encargan de perpetuar este modelo, pues el cobro de tarifas los “exenta” de pagar salarios dignos, sin importar si esto incurre en más de un delito”.
En otros países, sobre todo de Asia, es de mal gusto culturalmente hablando que un comensal deje propina tras haber comido en un restaurante.
No obstante, en países como Francia, Finlandia, Islandia y Dinamarca, se manejan distintos modelos de cobro de propina. Por ejemplo, en el primero hay algo llamado, Service Compris, una cuenta equivalente al 15 por ciento que se cobra por defecto al consumir y que se reparte entre todos los meseros. La diferencia entre esos países y México, es que el trabajo está bien remunerado y no depende de las propinas para ser un pago “decente”.
Una búsqueda en Glassdoor señala que los meseros en el país de Europa pueden ganar hasta mil 500 euros al mes, equivalente a 30 mil pesos mexicanos, lo cual es más de lo que gana una familia con ingresos medios en México según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
Por ello, habría quizá que reconsiderar una regulación nueva en torno a estas prácticas o un retorno a la discusión sobre los sueldos si lo que se busca es evitar más actos de violencia.
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