Aunque no todo fue negro, pues hubo prácticas que, por el contrario, experimentaron una mayor demanda como la comunicación interna, la gestión de la reputación y de crisis, así como la responsabilidad social.
Pero ¿hacia dónde se orientó esta disciplina en este 2022? Vamos a ver cuáles fueron las principales tendencias; empecemos por las relaciones con los medios. Como sabemos, el panorama en este campo sintió un cambio radical a raíz de la evolución digital y la pandemia, reduciendo espacios en todos sentidos. Esto ha provocado que las RP viren hacia otras direcciones.
El concepto PESO (por sus siglas en inglés) se ha hecho valer en muchos sentidos, pero en especial en el caso de la “O” (owned=medios propios), donde se ha notado una marcada corriente en este sentido.
Si bien, las relaciones con los medios seguirán siendo un componente clave para mantener la mentalidad del valor editorial (E=ganada), las empresas se están inclinando hacia sus propios canales para complementar los esfuerzos en los medios. Estamos viendo la generación de nuevas estrategias de comunicación entre aquellas empresas que ahora publican sus propias historias, utilizando videos, sus sitios web, plataformas de redes sociales y blogs, entre otros, aderezadas con una fresca creatividad.
Lo anterior trae otra consecuencia: los profesionales de las RP deben expandir su actuar como una extensión de cada función central del negocio de sus clientes. Si bien normalmente la liga es con mercadotecnia como el recurso narrativo orgánico de la marca, las RP también deben escalar hacia áreas como recursos humanos, finanzas y operaciones. Las RP también deberían de ser responsables de los esfuerzos de marketing pagados (P=payed), como el afiliado, el SEO y SEM, y las relaciones con influencers, para así generar resultados consistentes.
Como mencionaba en un principio, la comunicación interna está en auge. Los empleados exigen que los directivos cumplan con estándares altos en lo que respecta a responsabilidad social y en entender su deseo de lograr un equilibrio entre lo laboral y su vida personal. La transparencia está ocupando también un espacio importante, incluso como un requisito dentro de la responsabilidad social, tanto dentro como fuera de la organización.
Hacer llegar el mensaje a las audiencias deseadas es esencial, pero con más empresas y más personas participando y compitiendo por los espacios, demostrar la eficacia y el impacto será cada vez más relevante. El auge de la tecnología y las nuevas herramientas, datos y plataformas disponibles, están revolucionando la forma en que interactúan los profesionales de la comunicación y los medios. Esto se aplica a las comunicaciones tradicionales, integradas y digitales.
No se puede hablar del 2022 sin mencionar el enfoque continuo hacia ASG y DE&I, como un camino para garantizar que las marcas mantengan la conciencia y la responsabilidad corporativa, ya no solo como una estrategia de imagen, ahora, al estar bajo el escrutinio público, existe una necesidad de autenticidad en las comunicaciones. Atrás quedaron los días de las marcas gigantes sin rostro. Los consumidores quieren saber de personas reales en tonos reales.
Finalmente, sea como nos la imaginamos o no, estamos ya viviendo la “nueva normalidad”, lo que hace que evaluemos nuestras vidas, el trabajo y el hogar. La creciente polarización que afecta a México y al mundo, impactará en la calidad de nuestra vida cotidiana, la política, el gobierno, los negocios, las noticias y el entretenimiento, el sistema de justicia, nuestro compromiso con la diversidad/equidad/inclusión, la creciente división económica, la inmigración y políticas comerciales y cómo abordamos el cambio climático.
Esto obligará a más personas y organizaciones a repensar cómo se las arreglarán para florecer y prosperar, cómo utilizar su talento, experiencia y pasión al servicio de las personas y del planeta, para crear valor para todas las partes interesadas y servir al bien común.
Este entorno, ha ubicado a las RP en una posición clave para impactar los negocios y liderar los esfuerzos para alinear los objetivos del cliente, a través de enfoques nuevos y modernos para darle visibilidad a su marca e impactar en su reputación. Por ello, veremos cómo habrá cada vez más empresas que estarán enfocadas en adoptar valores ambientales, sociales y de gobierno corporativo (ASG) en su tejido como marca, por dentro y por fuera.