• Un estudio de 4 Day Week revela que el 64% de las empresas que han implementado semanas laborales más cortas registran mayor productividad.

• Esta organización ha destapado a nivel mundial campañas para reducir la semana laboral a cuatro días y disminuir de 40 a 32 horas con el mismo salario y beneficios.

• En México, cerca de 10.4 millones de personas se encuentran actualmente laborando más del límite de horas que establece la Ley, es decir, 48 horas a la semana.

En los últimos meses mucho se ha hablado de la Ley Federal del Trabajo (LFT) y los preceptos que deben cambiarse en ella para otorgar más y mejores garantías a los trabajadores mexicanos, desde reducir las jornadas de trabajo hasta aumentar el número de vacaciones correspondientes por año; ahora, la Comisión de Trabajo y Previsión de la Cámara de Diputados ha recibido una nueva iniciativa laboral: semanas de cuatro días y medio, contemplando mediodía del viernes dentro de los días de descanso obligatorios.

Se trata de una propuesta entregada por el diputado José Luis Báez Guerrero, perteneciente al grupo parlamentario del Partido Acción Nacional (PAN), quien también ha pedido crear una prima sabatina que obligue a las empresas y empleadores a pagar extra a los empleados que trabajen los días sábado,  igual que ocurre actualmente con las jornadas laborales de domingo.

Este proyecto se suma a ocho más en discusión dentro del Congreso, todos en relación a las jornadas laborales de los mexicanos, pues, según un estudio de la Universidad de Oxford titulado “Trabajar durante el tiempo de trabajo no estándar socava la motivación intrínseca”, las personas que tienen que trabajar en fines de semana y días festivos disminuyen su motivación considerablemente en cualquier corporación pública o privada, además de que “los cambios en los horarios de trabajo afectan el interés y el disfrute del trabajo mismo, con consecuencias importantes para los resultados laborales”.

Proponen otra iniciativa laboral: “puentes” semanales

La conquista por reducir la jornada laboral y lograr un esquema de ocho horas diarias por seis días a la semana tardó más de 100 años en México, por lo que no es de extrañar que hoy en día las demandas por aumentar el descanso general de los trabajadores y reducir su nivel estrés y burnout crezcan.

El último proyecto presentado por el legislador panista ahora buscará reformar el Artículo 59 de la Ley Federal del Trabajo para establecer descansos semanales “a partir del viernes en la tarde o cualquier modalidad equivalente”.

Esto quiere decir que, de aprobarse, cada semana laboral empezaría los días lunes y terminaría a la mitad de cada viernes, además de que trabajar durante el “puente” de fin de semana será remunerado obligatoriamente.

“Por cada cuatro días y medio de trabajo disfrutará el trabajador de dos días y medio de descanso, por lo menos, con goce de salario íntegro”, expone el cambio previsto para el Artículo 69 de la LFT.

Asimismo, aunque en la actualidad el Artículo 71 de la LFT contempla una prima dominical del 25 por ciento mínimo sobre el salario para quienes trabajen este día, la iniciativa legislativa busca extender el beneficio a los días sábado, con el mismo monto.

De iniciativa en iniciativa, el tema es laboral

Al día de hoy en las cámaras legislativas mexicanas se encuentran nueve proyectos para reformar la LFT, todos ellos con un mismo objetivo: reducir la jornada laboral en el país y obligar a los empleadores a garantizar el bienestar de sus empleados.

Por ahora, la Ley Federal del Trabajo establece que el límite de horas que debe trabajar una persona es de 48 horas por semana, dividiéndose en un máximo de ocho horas por día y seis días por semana; sin embargo, cerca de 10.4 millones de mexicanos laboran más del límite legal debido a malas prácticas de gestión empresarial, según revelan datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE).

Por ello, el Legislativo tiene pendientes algunas propuestas enfocadas en mejorar el rendimiento, productividad y salud mental de los trabajadores. Algunos de los más importantes son:

• Marzo de 2019 – diputado Carlos Alberto Valenzuela González (PAN). La iniciativa busca fijar una jornada máxima de siete horas diarias y dos días de descanso por cada cinco laborados. Acotando que la reducción de las horas de trabajo no podría bajo ninguna circunstancia ser objeto de una disminución del sueldo.
• Julio de 2019 – diputado Andrés Pinto Caballero (MC). Se propone una jornada laboral de máximo 42 horas a la semana, es decir, seis horas de trabajo menos que las legalizadas actualmente.
• Agosto de 2022 – senador Juan Zepeda (MC). Presentó dos proyectos, uno para modificar la Constitución y otro a la LFT con el fin de reducir la jornada laboral en seis horas y media al día. Su petición fue que las horas laborales tuvieran una reducción escalonada durante tres años para evitar un impacto en la industria.
• Agosto de 2022 – senador Ricardo Velázquez Meza (Morena). Este proyecto es uno de los más ambiciosos y sonados, pues busca reducir a seis horas la jornada diaria, es decir, poco más de un día completo de trabajo a la semana.
• Septiembre de 2022 – senadora Bertha Alicia Caraveo Camarena (Morena). Retoma la última iniciativa de la Cámara baja y propone las mismas 42 horas laborales máximas para México.
• Octubre de 2022 – bancada general del PT. Tiene como objetivo reducir los días de trabajo en un esquema en el que por cada cinco días de trabajo, las personas tengan derecho a dos días de descanso, mientras que estos sean sábado y domingo.
• Noviembre de 2022 – diputado José Luis Báez Guerrero (PAN). Se plantean jornadas laborales de cuatro días y medio, contemplando mediodía de cada viernes dentro del descanso oficial y una prima del 25 por ciento sobre el salario a quienes laboren los días sábado, sumándose así al salario extra obligatorio que existe por prima dominical.

Los cambios a la Ley Federal del Trabajo seguirán generando conversación hasta que de verdad se regule la jornada laboral, pues hasta ahora existen tres modalidades: la diurna (ocho horas), nocturna (siete horas) y mixta (siete horas y media), en las cuales se tendrá que ajustar, de una u otra forma, el tiempo que destinan los mexicanos a su trabajo, ya sea en horario laboral o en días de descanso obligatorio y vacaciones.

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