• WhatsApp tiene más de 2 mil millones de usuarios activos aproximadamente.

• Estudios analizan la relevancia de esta plataforma social en las relaciones de pareja.

• Esta historia demuestra las interacciones y juicios que genera una app en la sociedad.

Las redes sociales se convirtieron en parte fundamental de la vida cotidiana, pues tienen la posibilidad de acercarnos al mundo, mejorar la comunicación y poner a la mano de cualquier persona todo tipo de información. Sin embargo, la explosión funcional de estas plataformas pone en contradicho el concepto de “vida privada” y exacerba públicamente comportamientos positivos y negativos dentro de las relaciones familiares, laborales, académicas, de amistad y amorosas. Un ejemplo de ello es la historia de Stephany Damoli, quien al intentar tener un buen acto con una pareja desconocida, revivió el eterno debate sobre infidelidad.

Y es que, hoy en día, hablar de amor y de relaciones es casi imposible sin el papel de WhatsApp, Facebook, Twitter o Instagram, pues las redes sociales son uno de los principales factores en los que derivan factores como la intimidad, el flirteo, los celos, los reclamos y hasta las reconciliaciones, gracias al uso desmedido de comentarios, likes, fotografías o simples estados “dedicados”.

De hecho, una investigación de la universidad israelita de Reichman asegura que la red de mensajería más usada del mundo, propiedad de Meta Platforms Inc., favorece las peleas de parejas, pero también es un gran aliado para resolverlas.

“Los mensajes enviados por WhatsApp no sólo se muestran como un lugar nuevo para llevar adelante las relaciones, sino que también pueden ayudar a la hora de salvar la pareja”.

“(Aplicaciones de mensajería) tienen influencia directa en la relación de pareja y, en algunas ocasiones, los emojis expresan mejor que las palabras los sentimientos”, menciona en el estudio Gali Einav, directora de la Licenciatura Internacional en Emprendimiento de la Universidad Reichman,

Este es uno de los puntos de referencia que centran la importancia de las apps en las relaciones, sobre todo contemplando que sólo WhatsApp tiene más de 2 mil millones de usuarios activos.

“Ojos bonitos” desatan debate de infidelidad

Stephany Damoli es una joven que alcanzó más de 3 mil 400 retweets en la historia sobre cómo un hombre rompió su esperanza en el amor y, con más de 2 mil 700 comentarios y 55 mil 700 “me gusta”, desató el debate eterno sobre la infidelidad y las redes sociales.

Todo comenzó cuando la joven vio a una pareja enternecedora “viviendo su momento” y decidió inmortalizarlo con unas fotos que tenía intención de compartirles; sin embargo, al pedirle su teléfono al novio y pasarle las imágenes, este le soltó un piropo “fuera de lugar”, con el cual llegó a la conclusión de que “todos los hombres son iguales”.

Estaba en un acto de grado y vi una pareja teniendo su momento. Realmente me encanta ser espectadora, entonces les tome fotos y luego le dije al chico para enviárselas (sin conocerlos) ?? pic.twitter.com/gpO3CN4ytE

— SM (@stephanydamoli) November 10, 2022

Las reacciones no se hicieron esperar, la mayoría criticó la actitud del joven y la forma en que le faltó el respeto a su novia al intentar ligar a Stephany, considerando ese simple mensaje un acto de infidelidad, pero incluso hubo quienes justificaron el hecho al considerar la belleza de la joven y quienes quisieron hacerla responsable de lo que sucedió por no pasarle las fotos a la mujer.

Pese a que muchos de los comentarios negativos contra la joven son de otras mujeres que consideraron mala acción que intentara pasarle fotos al hombre y dudaron de sus intenciones, justificando el intento de flirteo por parte del joven, muchos empezaron a preguntarse si un simple mensaje de texto y un piropo son suficientes para poder llamar al protagonista de la historia infiel.

Pues bien, un estudio de la Universidad de Sunderland ya reveló la respuesta. Y es que el 80 por ciento de las mujeres sí considera el coqueteo por mensajería y redes sociales, conocido como “sexting”, como un acto de infidelidad, frente al 38 por ciento de los hombres que lo acepta como tal.

Las encuestadas dicen sentirse igualmente traicionadas por la complicidad y la implicación emocional de sus parejas con otra persona y el contenido o la intención de los halagos, piropos y contenido erótico que pudieran enviarse.

Es por ello que, teniendo en cuenta esta realidad, las redes sociales cada vez más se consideran un medio de comunicación intrínsecamente conectado con las aventuras o microaventuras, los engaños o microengaños que, en una gran tasa de casos, determinan divorcios y separaciones.

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